En una de las primeras noches frías otoñales de Santiago, se daba presencia de un selecto público que se animaba por la primera visita del británico Alfa Mist en nuestro país, uno de los compositores autodidacta de Jazz que logra una experiencia completamente inmersiva tan solo con su música.
Los invitados especiales de la noche fueron el chileno Cristian Gallardo de CAF y el danés Lars Graugaard con su proyecto EXSEIND, sin dudas, para mi; fue una de las antesalas mejor seleccionadas para lo que va de este 2024. Les comento que hace poco intercambié ideas con varios artistas y compositores que mezclan mucho el concepto de fusión, que vuelven a las cajas de sonidos análogos y se yuxtaponen con las máquinas más contemporáneas para hacer música, concluimos el concepto de desarrollo que se imparte ante el fusión y puede describir mucho más específicamente las sonoridades que se crean. Lo explico con la finalidad de demostrarles que EXSEIND no es otro particular experimental, son un desarrollo completo entre la electrónica IDM de Lars y los vientos proporcionados por Cristian, una acotada presentación en donde los bajos del DnB y los altos agudos se sincronizaban con las visuales que montaban una realidad paralela y vectorizada de donde realmente nos encontramos. Verdaderamente no pensé que lograría hundirme en el viaje lunar que mantuvieron en el escenario ante todos los asistentes.
El Club Chocolate estaba repleto, entre las barras, sus galerías y balcones no cabía ni un alma, todos estaban muy expectantes al comienzo de lo que se tornaría una de las mejores experiencias musicales hasta el momento en Chile, y soy así de categórico ya que Alfa Mist y sus 4 artistas acompañantes mostraron en Santiago un repertorio que recorrió sus más grandes éxitos, pero daban la sensación que estuvieran improvisando dentro de la sala de una casa, en donde un grupo de amigos mostraba sus dotes en su propia disciplina. Fantástico, entre ellos mismos se escuchan cada vez que alguno obtenía el protagonismo, escuchamos más allá de la mente maestra de Alfa, si no que también a un tremendo trompetistas, bajista y guitarrista, sin olvidar las baterías que le daban ese trasfondo psicológico a su actuación.
Autodidactas y gestores en el escenario, cómodos de principio a fin y un público que se manifestaba hipnotizado con cada acorde tocado, dónde las cabezas se movían oscilantemente en una misma dirección y a un mismo tempo, wow! un placer auditivo impresionante.
Además de la gran calidad escénica, fue el montaje por completo. Lo que me gusta de Stgo fusión, sin considerar su excelente curatoria, es su nivel de producción; creo que son acertados en la locación de cada uno de sus eventos y para acoger la primera visita de Alfa Mist en Chile, Club Chocolate fue una excelente opción. Un ambiente contemporáneo y una bohemia plácidamente activa, mantuvo a los asistentes en una complicidad de lo que genera el Jazz en cualquier parte del mundo.
El nivel de espectáculo fue impecable, la coordinación entre las visuales y la música fue sin dudas la comprobación y materialización de la genialidad de lo simple. La cercanía que los músicos proyectaron con sus instrumentos rompieron la barrera entre el público y el escenario comunicándose y convirtiéndose en uno solo elemento experimental, Así es! muy fusión o no?
Qué experiencia fue la que vivimos anoche en Santiago, sin dudas uno de los eventos de Jazz más importantes a lo que va del año 2024 en Chile, no me atrevería a decir que fue algo distinto, pero si un evento muy bien hecho y proporcionado, creo que fue una experiencia internacional de calidad musical incomparable donde lo experimental, el jazz, el grime y, en mi oido, tambien el DnB fueron uno solo y conquistaron la noche en la bohemia santiaguina.
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