Con 36 años de edad, 25 años de carrera y 12 discos, Abel Pintos es considerado uno de los nombres más importantes de la actualidad en la música argentina y latinoamericana. Si bien se demoró en llegar a Chile, realizando su primer concierto en 2014, se ha mantenido en la cartelera de nuestro país.
El argentino, que ha sido reconocido con Premios Gardel e incluso en el Festival de Viña del Mar, comentó a AgendaMusical sobre el ser el artista más escuchado en Argentina y que sintió al respecto, la particularidad del público chileno y la capacidad de interpretación por el cual es alabado. Desde “Piedra Libre” su último éxito, hasta la recomendación de su propia música.
Mientras esperamos que pueda volver, aquí sus palabras.
Agendamusical: ¿Cómo ha sido tu cuarentena y la creación musical en ella?
Abel: Ha estado bastante álgida. Trabajé mucho durante toda la cuarentena. Cuando vi venir todo lo que iba a ocurrir, me armé un pequeño estudio en casa para poder seguir trabajando en mi álbum nuevo que solo le faltaban detalles, pero de repente me vi escribiendo muchas canciones para mi y otros artistas. También comencé a producir a otros artistas, entonces fue un tiempo de mucho trabajo para mí y para otros artistas también…
¿“Piedra Libre” fue “engendrada” en cuarentena?
Abel: Claro y fue demasiado sorpresivo para mí. Una mañana desperté de haber soñado que estaba jugando a las escondidas con mi hijo que está por nacer. En el sueño lo escuchaba correr y cambiarse por distintos lugares de la casa buscando escondites. Pero nunca veía su rostro ni su figura… Entonces desperté con una emoción muy grande y escribí de un tirón esta canción. Por la tarde tuvimos una videollamada con mi hermano, Ariel, con quién escribimos muchas de las canciones de este disco. Terminamos de darle forma y en una semana se la mostré a distintos colaboradores míos a lo largo de América por correo y al mes, teníamos la canción grabada, mezclada y masterizada, entonces ya estaba con un nuevo single del que yo no me esperaba. Pero todo se dio de una forma tan fluida y con tanto sentimiento que fue una bonita experiencia.
Algo que me genera curiosidad inmediata es tu nivel de interpretación y como encarnas el sentimiento de la canción. ¿Hay preparación para eso, es innato? ¿Cómo lo logras?
Abel: Se logra en mi caso por lo menos, es algo bien subjetivo. Pero me pasó con el paso del tiempo, poder a empezar a ser más consciente del espacio y el universo que me brinda cada canción como oportunidad. No siempre tuve la facilidad de poder ser consciente de ingresar a un mundo que es una canción, en el que parte la interpretación y retirarme con respeto y agradecimiento de ese mundo, no fue siempre de esa manera. Durante muchos años los conciertos los viví con mucha más euforia y más adrenalina, lo cual tiene una parte divertida y otra de desenfreno y no puedes disfrutar porque te pasas de revoluciones. Con el paso de los años he podido vivir la música con emoción, con euforia y adrenalina pero sin vértigo para no perder el control.
En el concierto Codo a Codo pudimos ver que tu presentación fue la más emotiva del ciclo. ¿Cómo fue tocar ante una sola persona? ¿Querías que tuviera esa intensidad?
Abel: Fue muy emotivo. Era la primera vez que salía de mi casa después de mucho tiempo, solo salía a alguna compra muy puntual, pero la idea era realizar compras grandes para no tener que salir. La cosa es que hicimos una cuarentena muy estricta y para este show fue la primera vez que iba a 20 cuadras de mi casa ajaja, entonces es fue movilizante todo desde la filmación, la actitud de Verónica el estar cantando, estar en el escenario y no ver al público ahí.. fue fuerte. Entonces fue muy emotivo para mí.
¿Qué emoción te trae ser el artista más escuchado en Argentina?
Abel: Como una gran sorpresa lo tomé la verdad. Viene pasando por suerte hace varios años que es el resultado de que en estos meses, se empiezan a manejar algoritmos y termina como resultado que soy el más escuchado o estoy dentro de los cinco o diez más escuchados de Argentina… y no deja de sorprenderme mucho. Yo no soy un artista que haya liderado o sea común verlos liderar rankings en las radios o playlist o lo más viral o no se qué… Mi carrera no pasaba por ahí, si he estado muy presente en los rankings de ventas de discos y de ventas de entradas. Eso tiene más que ver con el tipo de relación que tenemos con el público que es más presente. Pero sin embargo, el público que me acompaña, cada día me escucha mucho. Entonces no estoy en ninguna lista en el año, pero al final jajaja llego arriba jaja. Nunca deja de sorprenderme…
Chile te conoce desde prácticamente un adolescente. ¿Cuál es tu vínculo con el país luego de tantos años?
Abel: Cada público de cada país es muy distinto. El carácter del público tiene mucho que ver con una cosa de carácter social que es la sumatoria del carácter de cada uno de nosotros. Entonces, siempre pongo un ejemplo un poco absurdo pero hace un “efecto mariposa”. Es muy distinto el público en una ciudad donde no se duerma la siesta, a donde si se duerma la siesta. Jajajajaja. Claramente la segunda se toma las cosas con más calma y la que no, está más alborotada. Pero cada público es distinto.
El de Chile es muy particular, porque la relación tiene más de 10 años pero es una relación nueva. Hay millones de chilenos que no saben de mí, hay miles de chilenos que me conocen mucho y saben mucho de mi música, entonces esa relación es muy espectacular. Llego a Santiago y tengo la oportunidad de tocar a sala llena, sin embargo, siempre tengo la sensación de ser un artista del under. Eso me gusta porque el público me va descubriendo a su tiempo y no llego al público a mi tiempo también, y así se transforma en una conexión profunda y no efímera como un comercial u algo que pasa en cinco segundos. De hecho, en la pandemia me doy cuenta cada vez más la cantidad de gente como los youtubers que son críticos y han hablado super bien de mí y con cariño, ser sorpresivo.
Me gusta mucho que las cosas fluyan y que sea natural, por onde el cariño con los chilenos no es para nada forzado.
Para alguien que no te conozca… ¿Qué canción y disco recomendarías de tu repertorio?
Abel: Un disco es “La Familia festeja fuerte”, que es un concierto en el Estadio de River Plate y se los recomiendo porque para mi es muy importante que recorran en un solo disco, las canciones más significativas de mi carrera que tiene 25 años de existencia y de inmediato ver la relación con el público. El nivel de protagonismo del público es el mismo que yo. No es para que yo sea puesto en un pedestal jajaja. Y si es una sola canción es “Sin principio ni final” es muy bonita para mí y me ha llevado a distintos lugares del mundo porque en todos estos lados se la saben.
AgendaMusical es un medio de conciertos en vivo. ¿Cuál ha sido tu peor y mejor experiencia en vivo? Puede ser tuya o viendo a otro artista…
Abel: Es una pregunta bien difícil… No voy a decir ni la mejor ni la peor, voy a decir una de las mejores y una de las peores porque todo es anecdótico y hay buenas historias de los dos lados.
Nunca había tenido que suspender un concierto en mi vida por no estar en condiciones de cantar, fui muy responsable en el cuidado de mi voz y porque el show es sagrado, y el público te brinda más que el ticket que compró, me costaría entonces decepcionar a alguien que esté en ese lugar. Fui a hacer la prueba de sonido en el año 2005, me acosté a dormir un rato y cuando desperté además de dirigirme a la sala para tener el concierto una hora y media después, sentí la garganta completamente inflamada, con temperatura. La cosa que subí a la sala, pensando que nadie podría darse cuenta que estaba enfermo si hacía un buen show. A la tercera canción no podía emitir sonidos. Así que hablé con el público y les dije que no estaba bien para cantar y ustedes se merecen lo mejor, así que aplaudan los que quieran repetir el concierto la próxima semana y si se quedan callados, yo continúo y voy a cantar todo lo que puedo. La gente aplaudió y luego hice el concierto, ¿y el mejor show? El que hice la semana después que regresé, jajajaja.
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