Fecha: 15 de julio de 2017
Lugar: Club Chocolate
Productora: Swing
Fotógrafo: Kena Luppichini
Periodista: Diego Puebla
El guitarrista se presentó en Club Chocolate en una de las noches más frías en la historia de nuestro país.
En el marco de “Sailing Earth” álbum lanzado el pasado febrero del presente año, el guitarrista y compositor Richie Kotzen volvió a nuestro país en un espectáculo solista que marca un nuevo comenzar en el artista que fusiona el rock con diversas corrientes como el funk, soul y el jazz.
Integrante del proyecto “The Winery Dogs” que estuvo hace un año en Chile y que inclusive registró el evento para un DVD, además de Poison y Mr Big como etapas en un amplio currículum musical de treinta años de trayectoria.
Esta vez ninguno de estos proyectos estuvo incluido en el show de aquel sábado que marcaba tres grados de temperatura y algo de nieve en pleno Barrio Bellavista, dieciséis temas de una absoluta maestría en ejecución pero poco vistoso para el espectáculo es lo que demostró el estadounidense en un formato más honesto, en compañía de bajo y batería respectivamente.
“End of Earth” es el single principal de un disco cargado a la crítica social ocupando el planeta tierra como protagonista. Cargado de groove y su característica voz delgada pero aguda nos entregó pasajes de solos en los instrumentos presentes sumando a sus dos compañeros de escenario, momentos acústicos y temas como “Canon Ball” o “You Can’t Save Me” como marca registrada en un influyente en la nostalgia del rockero post treinta que repletó el club aquella noche.
Desde lo musical y bordeando la hora con treinta minutos de show, Richie Kotzen brilló por su simpleza. Sin recursos como luminarias dinámicas, soporte audiovisual o amplios discursos, el oriundo de Pensilvania logra emocionar, entretener y hasta hacer bailar a los asistentes en ocasiones por el dinamismo musical y el gran sonido demostrado en la ocasión. Un fundamental en la historia del rock occidental y sobretodo estadounidense que tiene una enorme participación en nuestra idiosincrasia, sobre todo para el rockero clásico. Un grande que esta vez brilló desde lo simple para destacar con el concepto básico, solamente su música.
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