Fecha: 9 de noviembre 2018
Lugar: Teatro La Cúpula
Productora: Fauna
Fotógrafo: Kena Luppichini
Periodista: Samuel Fuentes
La noche del viernes tuvo uno de los debuts más esperados del año en el Teatro La Cúpula del Parque O’Higgins, con un recinto totalmente agotado esperando a At The Drive-In, banda encabezada por Cedric Bixler-Zavala y Omar Rodriguez-Lopez.
Pasaban un par de minutos después de las 21:00 y la ansiedad comenzaba a brotar. Ya no quedaba ninguno de los técnicos en el escenario cuando las pifias y gritos comenzaron, los que rápidamente aumentaron con la salida de los norteamericanos a escena, siendo uno de los shows desprendidos del festival Fauna Primavera.
Y el comienzo fue arrollador. “Arcarsenal”, una de las favoritas de los fanáticos acérrimos de la banda, fue la que abrió un setlist que se centró en sus últimas dos producciones, separadas por 17 años, pero manteniendo la misma energía de siempre.
La disposición sobre el escenario ya era conocida, pero no por eso menos llamativa. Cedric se movía por todo el espacio disponible, mientras que Omar con su guitarra se mantenía algo alejado al costado izquierdo, solo interactuando con sus pedales.
Luego vino “Governed By Contagions” de su última producción, la que –como no muchas veces pasa- tuvo una muy buena recepción. La parte central de la cancha del recinto ya se había vuelto una caldera sobre la que volaban una y otra vez diferentes fanáticos, levantados y llevados sobre las manos de los otros asistentes hasta la misma reja.
Posteriormente vino otro viaje al pasado con «Lopsided» de In/Casino/Out (1998) y otra de su más reciente disco, «Hostage Stamps». La diferencia no se notaba, la intensidad era la misma siempre. El vocalista, con su característico atuendo negro y un bien cuidado afro, razgaba su voz en cada nota, mientras que el resto de la banda lo acompañaba con una coordinación envidiable.
Desde la distancia se veía todo se conjugaba de forma perfecta. Sobre el escenario lo entregaban todo y el público reaccionaba a la misma altura. Incluso en las canciones que podrían tener un tinte más de balada, la potencia de la guitarra de Rodriguez-Lopez mantenía la temperatura a un alto nivel.
Las otras, que mezclan influencias que van desde el stoner, el progresivo y el math rock además del post-hardcore, llegaban una tras otra. Solo algunos solos de guitarra hacían las veces de descanso entre golpe y golpe.
Después de casi una hora y veinte de concierto, en donde también pasaron clásicos de la banda como «Invalid Littler Dept.», «Quarantined» y «Napoleon Solo», la banda dejó el escenario. Los gritos no se hicieron esperar, para luego recibir al quinteto por un tema más, el que coronó una noche increíble: “One Armed Scissor”, coreada de comienzo a final por los cientos de personas que esperaron más de una década por esta visita.
Este es el tipo de show que deja la vara muy alta para otros debuts, pero también tenía otro componente: no se notó que la banda se formó hace casi 25 años ni los ya mencionados 17 entre los últimos dos discos Relationship of Command y In•ter a•li•a. La presencia sobre el escenario se mantuvo intacta, así como la energía guardada por tanto tiempo dentro de los fans que esperaron esta visita. Considerémonos afortunados.
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