La noche del viernes en el Teatro Cariola se vivió una jornada histórica para aquellos que gozan del metal de la última década. Avatar, reconocida banda sueca del género, debutó con jerarquía en suelo nacional.
Alta expectación se había generado durante los últimos días en la escena metalera, porque por fin llegaría a Chile una de las agrupaciones más pedidas por sus fans. Avatar, banda formada en 2001 en Gotemburgo, Suecia (cuna del metal europeo), cumpliría el sueño de cientos de chilenos, quienes aguardaban por ver en vivo a Johannes Eckerstrom y compañía.
Previo al show principal, se presentó a las 8 de la noche la banda chilena We Are The Monster, quienes exhibieron lo mejor del Modern-Metalcore criollo. Fueron cerca de 40 minutos, donde lograron hacer saltar y moshear a su audiencia, quienes, si es que no los conocían, de seguro habrán llegado a sus hogares a descubrir más del grupo, porque fueron excelentes teloneros de Avatar.
La gira se llama “The Great Metal Circus”, y su nombre está muy bien puesto, dada la teatralidad circense con que el grupo se despliega frente a sus fans. Vestidos con trajes de colores rojo y negro (su clásica tonalidad), los nórdicos expresaron con alegría su visita a Chile. Su vocalista lo dijo en reiteradas ocasiones, y prueba de su comodidad sobre el escenario fueron las constantes bromas que Eckerstrom hacía.
Algunas canciones más representativas del death metal melódico hicieron recordar los primeros pasos de la banda, así como también exhibieron su lado más “popero”, incluso, cuyas últimas creaciones lo avalan. Versátiles, los miembros de Avatar son capaces de pasar de un cabeceo furioso a saltar como si estuvieran en un recital de Country o Folk Rock.
“Puppet Show”, tema insigne de la banda, dejó una de las postales más memorables de la noche, cuando el líder de los suecos desapareció del escenario por unos minutos. Los más fanáticos y conocedores del grupo ya estaban al tanto, de forma ansiosa, del número digno de circo que vendría a continuación. Esto, porque el hombre detrás del maquillaje de payaso se subió a uno de los palcos, para así cautivar a los cientos de presentes, y sobre todo a quienes tuvieron el placer de verlo a tan solo metros, allí en las alturas.
Tal como el mejor artista del arte llamado globoflexia, Eckerstrom sacó a relucir su talento, propio de una fiesta de cumpleaños, como si el músico estuviera frente a los amigos de su hijo. Aquellos minutos fueron, quizás, de los más aplaudidos y observados con miradas alegres por los fans. Incluso, el vocalista se dio el tiempo de tocar el trombón. Un momento de culto.
“A Statue Of A King” fue otro punto alto de la jornada. Con Jarlsby personificado como un rey vikingo, el guitarrista alargó la fiesta, que a esa altura ya estaba desatada. Se coreaban y gritaban las canciones, con fans incrédulos ante tan magno espectáculo, porque eso es lo que entrega Avatar, un espectáculo en todas sus dimensiones. Podrán ser grandes músicos, pero el arte de su show radica en la completa escenificación de un circo, donde sus intérpretes, sobre todo su vocalista, además de concebir melodías armoniosas y agresivas, invitan a sus fans a ser partícipes del momento. Risas, e incluso, lágrimas de emoción cayeron desde el telón del teatro hacia los accesos del reducto. Los espectadores entraron expectantes, y abandonaron el recinto con gozo y satisfacción, pues presenciaron un show, un tanto infravalorado por parte de la legión metalera.
“Colossus” y “Smells Like a Freak Show” coronaron una velada mágica. Dos horas de puro metal virtuoso, y que por fin, sellaron el debut de Avatar en Chile. Es de esperar que vuelvan, pues los fanáticos les retribuyeron constantemente el amor que se desplegó sobre el escenario. Hasta una chupalla fue obsequiada al vocalista, quien, con asombro y risas, se dio el tiempo para cantar con ella sobre la cabeza. Gran show.
Avatar
Fecha: 26/04/2024
Lugar: Teatro Cariola
Productora: Chargola Producciones
Fotógrafo:
Periodista: Vicente Flores
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