Casi dos años pasaron desde la última vez que Crumb llegó a Chile, aquella vez como parte del cartel del Fauna Primavera que también contó con Chet Faker, The Magnetic Fields, Fleet Foxes y un montón de nombres más dentro del indie. Este mundo aguante muchísimas cosas, experimentaciones que amplian cada vez más sus límites, siendo los norteamericanos un excelente ejemplo de aquello.
Así lo demuestran en AMAMA, su último disco y principal motivo de este retorno, trabajo que nuevamente les permite pasar por diversos moods dentro del indie.
La canción que le da nombre a este trabajo fue la elegida para abrir el show, el que comenzó con pocos minutos de retraso en una Blondie que seguía recibiendo gente pasadas las 21:00 hrs., quizá atrasos provocados por el partido que la selección jugaría -y ganaría- contra Venezuela. Detalles, nada más, ya que también en otra parte de la capital se presentaban los británicos de Keane.
Ya con «Cracking», rescatada de su primer disco Jinx, vimos otra de las capas que introduce el grupo con el saxofón de Bri Aronow. Este instrumento tiene la particularidad de ser en la práctica una segunda voz, llevándose el protagonismo mientras Lila Ramani se alejaba de los focos principales. Así, sin taparse los unos a los otros, se dividieron el escenario en cuatro con espacios que rara vez dejarían.
El regreso a su última producción con «(Alone In) Brussels» marcó el camino de lo que vendría: un setlist donde este álbum se llevaría gran parte de la selección de canciones en la primera vez que se presentarían en solitario en el país. Los juegos de luces apoyaban a la parte psicodélica de la banda, aunque claramente este calificativo les queda cortos. Volviendo a Aronow, ese saxofón los llevaba rápidamente al jazz, mientras que el bajo y la batería se movían en términos de indie rock tradicional.
A ratos costó asimilar aquel juego que tiene la banda de dar pausas a sus canciones cerca del final, provocando más de una confusión que se traducía en dobles aplausos. Pequeños inconvenientes de la música nueva, pero que no afectó ni al cuarteto ni mucho menos a los que los veían desde debajo del escenario.
Ya con el público en el bolsillo, que gratamente sorprendió también a los norteamericanos con tanto aplauso y grito, empezaron a intercalar canciones. Así aparecieron algunas de las más conocidas como «Balloon» o «Ghostride», todas parte de una misma línea.
Y es que así como Crumb muchas veces se sale del clásico indie/chill, siendo estas etiquetas que tampoco les aplican en su totalidad, ofrecen muchos tipos de canciones. Tienen algunas más introspectivas y otras que, quizá sin quererlo, terminaron con varias decenas saltando y gritando como si fueran las más movidas del mundo.
Igual, a pesar de ser su primera vez como plato principal, el set no fue tan largo en tiempo, pero sí en temas. Las primeras 18 canciones -no pocas- alcanzaron en poco más de una hora, dejando el escenario rápidamente tras otro de sus éxitos como «Trophy». Todos ya sabíamos que volverían, algo que ocurrió dos minutos después, tomando sus instrumentos para una última parte con dos de las favoritas del público: «Part III» y «Locket», donde el público la acompañó en el suave «close your eyes and hear my secret«. Y sí, cerrar los ojos a ratos era la mejor forma de dejarse llevar por Crumb.
¿Será la costumbre de ser parte de festivales o solo parte de su sello? Esa será una pregunta que deberán responder en una siguiente visita, pero al menos en esta dejaron una muy buena sensación. Terminar el show temprano además sirvió par alcanzar el metro, algo que no siempre se consigue.
Crumb
Fecha: 19/11/2024
Lugar: Blondie
Productora: Ni Vivo Ni Muero
Fotógrafo:
Periodista:
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