Christian Gálvez, bajista nacional: «En el formato trío cada uno de los instrumentos tiene un rol fundamental»


El próximo 9 de enero en el Teatro Nescafé de las Artes se realizará la primera versión del Festival Indiscipline/Pez Records, evento que reúne a grandes exponentes del jazz, funk y rock nacional.

A pocos días de aquella cita, conversamos con el reconocido bajista Christian Gálvez, quien nos conversó tanto sobre esta iniciativa y sus inicios como también de la escena nacional en estos géneros:

AgendaMusical: ¿Cómo estás?

Christian Gálvez: Acá muriendo calor. Está supercaloroso hoy día.

AM: ¿Qué tal? Está caloroso hoy día.

CG: Estoy como nunca, como siempre. Santiago de Chile.

AM: ¿Estás acá en Santiago?

CG: Estoy en Santiago, sí, estoy haciendo las audiciones de mi escuela.

AM: Ya, entonces, para partir, lo primero que te quería preguntar era que ahora vas a estar en un festival. Festival Indiscipline con Pez Records. Ahí vas a presentarte en formato trío. ¿Cómo llegaste tú al formato trío?

CG: Mira, es uno de los formatos más económicos del jazz, ¿no? Donde por lo general estos formatos son piano, contrabajo, batería y con esos tres instrumentos tienes prácticamente una mini orquesta. Partiendo porque la batería ya es son muchos instrumentos en uno solo. De hecho, por eso el nombre batería. Tienes una orquesta de percusión en un baterista y en el piano, obviamente, el piano es el instrumento orquesta por definición, ¿no? Y este tipo de trío con el que yo me estoy presentando ya, que va a ser el puntapié ahora en el Nescafé y luego de aquí para adelante para el resto del año, es un formato de órgano trío.

También en ese formato, y hablando como de las mini orquestas, el órgano hammond o los órganos en general lo que hacen es emular una orquesta, ¿no? De hecho, tú cuando abres las barritas o los órganos antiguos de pipa, estos que estaban en las iglesias antiguas, cada barrita tenía como un nombre: flauta, viento, madera. Entonces cada vez que tú abres un armónico se va apareciendo o emulando un orquesta y el órgano hammond es una respuesta electrónica a esos órganos que antes eran, que eran como hechos funcionando como, eran hechos funcionar por fuelle, ¿no? Por viento.

Había un tipo soplando y ahora los más modernos desde que se inventó el motor, hay un motor dando esa compresión. Bueno, y ese órgano sí es una orquesta en sí. Y mi forma de tocar el bajo, que este trío es órgano, trío, órgano, órgano trío, mi forma de tocar el bajo también es como una reducción de orquesta. Yo hago core melody, que es como tocar los acordes, la melodía a la vez, entonces somos como tres mini orquestas juntas, tocando en este formato. Y es un formato el que yo ya tengo hasta estos años, hasta experiencia, soy bien inquieto. Entonces voy tocando en quintetos, cuartetos, sextetos, nonetos, distintas formaciones, pero este de trío ya tengo muchos años tocándolo, de hecho tengo varios discos, solistas a mi nombre con estos formatos. Así que es un, más que decir que caí en este formato ahora, es algo bastante recurrente en mi carrera.

AM: Sí, ahí también quería volver a lo del órgano hammond, que tiene un sonido bastante particular, es súper diferente a lo que te entrega un piano. Entonces, ¿qué te entrega para ti en este trío de jazz el órgano por sobre un piano?

CG: Primero que hay una posibilidad de que el órgano, como es una orquesta en sí mismo y tiene ya, como la emulación de la orquesta, emula muy bien los graves. Entonces, por ejemplo, yo al tocar acordes y al irme a la tesitura más aguda del bajo eléctrico, queda libre esa vacante de tocar el bajo, ¿viste? Entonces el órgano hammond tiene una teclera que es especial para tocar los bajos.

Entonces, imagínate, el órgano ya es una orquesta, yo toco los acordes y además tengo un bajista añadido en este formato, ¿viste? Entonces sonamos como cuarteto, quinteto, siendo solamente tres. Eso es básicamente lo que me permite el órgano hammond que no lo da el piano. El piano, aunque tiene muchas octavas, en la parte grave tiene un sonido que es más bien percutivo, percusivo y un poco más liviano, pero el órgano hammond, en la parte de los graves, tiene un grave muy muy muy retumbante y es muy parecido al bajo eléctrico. Entonces, eso es lo que básicamente me sedujo para empezar a tocar con órganos jamón desde hace muchos años. Bueno, y también porque soy amante de Led Zeppelin, de Deep Purple y del rock clásico, que es como parte de mi banda sonora de la vida. Era súper característico ahí en rock.

De hecho, yo no lo uso tanto como en el jazz, porque en el jazz el órgano se usa bastante limpio, ¿no? Se usa como muy así como para el bossa nova o para otras cosas un poco más bluesera. Yo lo uso bastante rockero el hammond en estos formatos. Le ponemos distorsión, usamos el Leslie, que es este motor que rota, ¿no? Usamos distorsiones, como te digo. Entonces, es como lo usamos bien, bien, formato como rockero, ¿no?

AM: John Lord tocaba un hammond, ¿no?

CG: Así es. Así es. Uno de los grandes exponentes del hammond, del rock. Bueno, también hay muchas bandas que lo utilizaron en esa época. Emerson, Lake & Palmer, bueno, hay un montón de… Bueno, y todo, y Santana, para qué hablar, ¿no? Es un sonido muy, muy característico. Así con el tema de los instrumentos, totalmente característico por tocar un bajo de seis cuerdas.

AM: Sí. Ahora, en este formato trío, además de utilizar el órgano, ¿cómo es tu dinámica con el baterista y el otro integrante del trío?

CG: Bueno, la dinámica es bastante particular porque el baterista en este formato tiene que ser extremadamente versátil. Tiene que manejar un rango dinámico muy amplio, porque, como te comentaba, al ser solo tres instrumentos, el espacio sonoro que se debe llenar es considerable. Entonces, el baterista no solo mantiene el ritmo, sino que también es un gran colorista. Utiliza platos, utiliza recursos para generar atmósferas, para poder acompañar y sostener esta orquesta pequeña que estamos formando. Además, trabajamos mucho en la comunicación, en las miradas, en los gestos, para improvisar, para movernos de manera orgánica durante las presentaciones. Es todo un arte poder hacer eso con un trío, y eso es lo que lo hace tan emocionante para nosotros.

AM: Y con respecto a tus composiciones para este trío, ¿cómo las abordas? ¿Hay alguna diferencia notable respecto a cuando compones para otros formatos?

CG: Totalmente. Cuando compongo para este trío, tengo en cuenta que cada uno de los instrumentos tiene un rol fundamental, y no solo están acompañando, sino que están constantemente dialogando. Las composiciones suelen ser más abiertas para permitir esta interacción. Por ejemplo, puedo dejar un espacio más amplio para que el baterista improvise o para que el organista explore diferentes sonidos y texturas. En comparación con un formato más grande, donde cada músico tiene un papel más definido, aquí todos estamos en constante comunicación, y eso le da un carácter único a las composiciones.

AG: Fascinante. Finalmente, ¿qué le dirías a la audiencia que está por verte en este formato en vivo? ¿Qué pueden esperar de una presentación de tu trío?

AM: Les diría que vengan preparados para una experiencia sonora intensa, llena de energía y matices. Vamos a ofrecer un recorrido musical que mezcla el jazz, el rock, el funk, y muchos otros estilos. Es un viaje a través de los sonidos que seguramente los va a sorprender y, espero, los va a emocionar. Es un formato muy dinámico, muy vivo, y cada presentación es única porque hay mucho espacio para la improvisación y la conexión con el público. Así que los invito a todos a ser parte de esta experiencia.


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