El Otro Yo celebró los 15 años del “Abrecaminos” en el Teatro Cariola

El Otro Yo
Fecha: 12 de junio de 2015
Lugar: Teatro Cariola
Productora: Transistor
Periodista: Felipe Carmona
Fotógrafa: Eugenia Fuentes

Era cosa de llegar al Teatro Cariola, ir a ver la típica mesa del merchandising y llevarse la primera sorpresa: Cristian Aldana atendiendo al público que no hizo ningún esfuerzo en ocultar la alegría por la presencia del líder de El Otro Yo.

Mientras eso pasaba, Gufi tocaba las canciones de toda su carrera, durante los cerca de 45 minutos de su concierto. Cuando sonaban sus últimos acordes, a eso de las 22 horas, se vio a Aldana dejar la mesa de la entrada y partir hacia el escenario, abriéndose camino entre el público, así como uno más de los fanáticos.

Cuando dieron las 22:25 se apagaron las luces y el grito del público llenó el recinto, aparece El Otro Yo visitiendo sus overoles anaranjados y hacen sonar los acordes de “Arriba”, que fue coreada por todos en el teatro.

Un concierto lleno de euforia que invadió las caras de los que fueron a ver la banda que celebraba los 15 años de su disco “Abrecaminos” (y 27 años tocando). Lleno también de fuerza en cada una de sus canciones que rozan el carácter de himno de los que las corearon. “10.000.000”, “La ola”, “Microcosmos”, “Inmaduro” y “La música”, por nombrar algunas de las canciones que sonaron antes de que cerraran la primera etapa del show con el clásico “No me importa morir”.

Cuando ya habían “terminado” el concierto, el público empezaba con los gritos y vítores que, tras dos minutos, trajeron de vuelta a la banda que volvió al concierto con una seguidilla de canciones: “La Tetona”, “69” y “Corta el pasto”, dieron paso a “E.O.Y”, para terminar la eufórica cita con “Alegría”, que dio pie a un juramento de amor eterno a El Otro Yo que la fanaticada repitió religiosamente tras el amistoso Aldana.

Una cita que ninguno de los asistentes olvidará. Porque para muchos significó recordar otros días mientras que para otros, El Otro Yo significan un modo de ver el mundo. Cerca de 90 minutos que llenaron de alegría a todos en el Cariola.