Tricky
Fecha: 24 de Abril
Lugar: Club Chocolate
Fotógrafo: Mª Loreto Plaza
Periodista: Diego Puebla
El pionero del género trip-hop se presentó en un Club Chocolate repleto
“Es increíble lo oscura que tu vida se puede llegar a convertir sin que ni siquiera te des cuenta” resume perfectamente en una frase (con palabras de él) la historia de vida y musical de Adrian Matthews o Tricky, su chapa musical.
El cantante, productor, director, actor y músico lleva consigo una biografía que describe los embates del destino, desde el suicidio de su madre hasta el abandono del padre cuando él aún no nacía. Con una infancia distinta a un niño tradicional y al cuidado de su abuela, era común no asistir en ocasiones a clases para quedarse mirando películas de terror, a más avanzada edad a eso de los quince años comenzó a escribir para que luego adulto lograra llegar a la complejidad literaria que lo hizo conocido hasta el día de hoy.
Constantes “juego mentales” como el describe en sus entrevistas fueron parte de la temática de sus discos, para que en 2003 buscara ayuda profesional por no encontrarse en óptimas condiciones, situación que es percibida en Blowback y Vulnerable álbumes donde el control es manifestado en su arte mezclado con la riqueza musical de sus orígenes.
Colaboraciones desde Bjork hasta Massive Attack o sus influencias que van desde Siouxsie and the Banshees hasta Public Enemy, muestran la amplia noción de un creador constante. Estos antecedentes y muchos más, fueron los causantes para el show ocurrido en Club Chocolate y que como resultado logró llenar cada rincón del recinto de Bellavista acompañado de un lúgubre ambiente.
En promoción de “Ununiform” del año pasado, Tricky acompañado de un guitarrista, baterista y voz femenina lució incómodo hasta el segundo tema por problemas de sonido. Situación que se arregló en instantes para volver con un show que inundó la melancolía y se paseó por su amplio catálogo personal y colaborativo. Con sus gestos típicos que pasan por el dolor con el gesto constante de intentar arrancarse la camiseta, o la histeria levantando de manera reiterativa su brazo derecho junto al dedo anular, indican las ganas del longevo músico con gran éxito en la industria en la época de los 90’s.
“My Palestine Girl” con gran preponderancia en Santiago por la amplia colonia palestina viviendo en Chile, “Dark Days”, “Doll” o “Hell is Round the Corner” son algunos de los 17 temas que con un constante gracias, el británico logró seducir a cada alma que observó a uno de los gestores del trip-hop mundial en visita a nuestro país. Esta locura controlada desplegada en el escenario, con algunos problemas no empañó este verdadero vómito artístico que disminuye los problemas internos de uno de los músicos contemporáneos más fascinantes y subestimados por la industria.
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