Tras la alta convocatoria en la salida de la noche anterior, la expectativa por la segunda jornada de Fauna Primavera era muy alta. Los fuegos comenzaron temprano con Cómo asesinar a Felipes y los Hermanos Gutiérrez, quienes empezaron a recibir a los fanáticos de la música desde cerca de las 14:00 hrs. Ya con Nick Hakim se veía una buena cantidad de público, lo que se consolidó durante la presentación de los Bándalos Chinos en el escenario del Banco de Chile.
Después de aquellas presentaciones, llegó otro de los debuts en nuestro país: FKJ, francés que se presenta como un show de un solo hombre. Al centro del escenario aparecían todos sus artefactos, entre los que encontrábamos un piano, sintetizador, un sax, una guitarra, un bajo y otros elementos más con los que podía samplear sus propios sonidos.
El calor golpeaba muy fuerte, pero nada impidió que la gente que se fue acercando al escenario quedara maravillada por la capacidad del europeo de poder hacer todo solo: comenzar una canción con algunos sonidos de su voz frente a un micrófono, repetirlos mientras se cuelga alguno de sus instrumentos y luego presiona algunas teclas. Solo con eso lograba armar canciones en el mismo lugar, proceso que se fortalecía con los potentes bajos que acompañaban el escenario Vans.
El repaso a su música fue casi completo, dando prioridad a su último álbum Vincent (2022), aunque también aprovechó de meter algunas de sus canciones más conocidas como «Lying Together», «Skyline» o «Tadow» junto a la participación virtual de Masego, uno que hace menos de dos meses también mostró su parte de la canción en su show en el Teatro Coliseo.
Un paso por electrónica, jazz fusión y mucho más fue lo que el francés mostró en el escenario, todo junto a una puesta en escena de las más simples del festival. Justo después de que tocara la que quizá es su canción más conocida, llegó el tramo final, inaugurado con la participación de June Marieezy -cantante y también su esposa- para «Vibin’ Out with ((( O )))», a lo que le siguió «Sundays», el tema de su último EP «Ylang Ylang» y «Different Masks For Different Days». Un show contundente, rápido y que mostró gran parte de la técnica del también productor. Hacer música solo y en vivo no es fácil.
Luego la gente se trasladó en masa al escenario Banco de Chile, donde mucha de ella se terminaría quedando para hacer vigilia por Pulp. Pero para aquello todavía faltaba, pues eran los bielorrusos de Molchat Doma quienes se subirían a aquella tarima cerca de las 17:30 hrs.
Con su nombre proyectado en el telón de fondo, el trío se repartió a cada lado del escenario para tener su propio espacio de interpretación. Ya desde un comienzo se vio que Pavel Kozlov -bajista- se movía mucho con su interpretación, energía que proyectó durante prácticamente todo el show con gestos, bailes y saltos. Para un día en el que ya se pasaban por harto los 30° fue una proeza.
Para quienes sigan estilos como el synth-pop o el new wave, lo de Molchat Doma se escucha cercano y familiar, a pesar de la barrera idiomática. Esto hizo que, a pesar de que prácticamente nadie manejara el ruso, cada canción que pasara fuera una posibilidad de bailar o menearse entre los miles que ya estaban agolpados en aquel escenario.
También para aplaudir lo de Egor Shkutko, que con varios «spasiva» llenaba los espacios entre canción y canción, mientras que durante estas se sumía en un éxtasis de baile que daba a entender que disfrutaba tanto la interpretación como la gente que la escuchaba.
Así pasaron por varios de sus temas más conocidos como «Tantsevat'» o «Volny», guardándose el cierre de oro con «Sudno». Masificada no solo a través de YouTube, sino que a través de virales, la canción que cuenta con el poema de Boris Ryzhyi como letra fue uno de los puntos altos del día. Sonó muy bien, siendo también un acierto el dejarla hasta el final para que el show fuese en constante alza. Un acierto el de los bielorrusos.
Los Babasónicos ya juegan de local en Chile. Fue cosa que pusieran sus pies sobre el escenario para que el público olvidara el calor, la presión de la gente o el hambre para entregarse al rock distinto de los trasandinos.
Como siempre con Adrián Dárgelos, en sus canas logramos ver el paso del tiempo de una banda que si se cierran los ojos parece atrapada -para bien- en el 2010. Su voz, que pasa por lo íntimo y lo sensual con gran facilidad, fue solo uno de los tantos condimentos con los que nos podíamos encontrar en aquel escenario. Con Diego Rodríguez se dividían el bailar y moverse sobre el escenario, con el resto dedicado a revivir esas notas de canciones con casi 30 años de vida, pero que suenan igual de frescas que siempre.
Con más de una decena de álbumes desde donde rescatar hits, los argentinos le dieron más tiempo para presentar Trinchera (2022). Fue la señal para mostrar que siguen vigentes, que no requieren de caer en los éxitos para hacer bailar al público, aunque tampoco es posible negar que la gente se volvió loca cuando el primer hit («¿Y qué?») sonó en los parlantes.
Y así también metieron canciones antiguas como «Sin mi diablo» y otro tren de éxitos con «El colmo», «Carismático» y «Yegua», con lo que muchas personas ya quedaron conformes. De todas formas, aquello seguiría un par de minutos después con «Putita» e «Irresponsables», haciendo que además de baile todo también fuese un karaoke.
El cierre de la primera etapa con «Los calientes» y el regreso para «Deléctrico» coronaron una presentación que pareció volar en tiempo, con los argentinos mostrando que sonoramente tienen la misma potencia de siempre y que Dárgelos se mantiene como uno de los mejores frontman del rock sudaméricano.
La llegada de la noche también trajo más ansiedad por ver los minutos pasar y alcanzar las 22:00 hrs, donde la ausencia por más de 11 años de Pulp llegaría a su fin. La gira «This Is What We Do for an Encore», que nuevamente los puso en los grandes escenarios del mundo, fue el marco en el que los ingleses aterrizaron nuevamente en esta zona del mundo para presentar sus grandes éxitos.
Y cuando llegó la hora, la fiesta comenzó. Solo bastaron algunas gráficas en las pantallas laterales para que los gritos eliminaran cualquier rastro de silencio en el Parque Ciudad Empresarial. La intro fue un caos, la apertura con «I Spy» fue muy buena, pero el efecto Pulp se notaría en su totalidad con la aparición de «Disco 2000», la que marcaría la tónica de toda la noche: un Jarvis Cocker con mucha personalidad, encabezando una celebración, llamando a que le público entregue más y más a cada minuto. Y vaya cómo les gustó esa presión.
Y como buen anfitrión, Cocker también hablaba bastante. Fueron varios los comentarios y presentaciones que salieron de él antes de cada tema, aprovechando también de preguntar quienes de los presentes habían estado en su anterior paso por el mismo festival hace 11 años e incluso recordando a Steve Mackey con chapitas entregadas por Pulp Chile, relato acompañado de fotografías del 2012 con las que se puso una gran nota de emotividad a la noche.
Ya hubiese sido como reencuentro o por primera vez, lo de Pulp fue una experiencia única. No siempre se puede notar que en un festival hay tantas personas que van por un show en particular, algo que desde temprano se sintió con los ingleses, parte de ese algo que tiene Chile con el britpop.
Además de la ya citada «Disco 2000», casi todos los éxitos aparecieron en el set: «Something Changed», «F.E.E.L.I.N.G.C.A.L.L.E.D.L.O.V.E.», «This is Hardcore», «Do You Remember the First Time?» y «Babies» fueron solo parte de lo que se mostró en la primera hora de show. No era un ritmo frenético entre canción y canción, sino que se disfrutaba a sorbos, con momentos para digerir lo ocurrido y también escuchar a Cocker dándole más sabor a lo que se vendría.
Si bien la voz del frontman es gran parte del espectáculo, no es posible pasar sin nombrar a Candida Doyle y el significado de tenerla nuevamente sobre los escenarios. Lo mismo con el baterista Nick Banks, otro que es parte de la historia grande de aquel mundo de la música y que han sido parte del proyecto prácticamente desde sus inicios.
Tras trece canciones, llegó la primera despedida de un par de minutos, para volver con un trío de canciones que pasaron por prácticamente todas las emociones de la música de Pulp: «Like a Friend», «Underwear» y el clásico «Common People». Con esta última, que también sirvió para presentar a toda la agrupación, se fue cerrando un show al que quizá le faltaron algunas canciones (muchos gritaban «Razzmatazz» o «Mis-Shapes»), pero nada de emoción.
Sinceramente, nadie sabe si Pulp continuará después de esta gira, pero esta visita no se sintió como una despedida, sino como revivir una fiesta con viejos amigos. Ver a un Jarvis en las seis décadas mientras de fondo aparecían los videos grabados en los 80 no fue apelar a la nostalgia, sino que simplemente ver el camino que se ha recorrido hasta el momento. Un camino largo, lleno de emociones que fueron capaces de traspasar el inglés y quedarse en la mente de miles de chilenos al otro lado del mundo por décadas.
Fauna Primavera
Fecha: 25/11/2023
Lugar: Parque Ciudad Empresarial
Productora: Fauna / Lotus
Fotógrafo: 
@cqphotographer
Periodista: Samuel Fuentes @
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