Por Catalina Ruiz R.
Poco a poco comenzó a llegar el público al Estadio Bicentenario de la Florida para disfrutar del segundo concierto de Måneskin en territorio nacional, luego de su debut en septiembre de del año pasado, al igual que las bajas temperaturas que fueron apoderándose de la noche santiaguina a medida que se acercaba el inicio del espectáculo.
A eso de las 21:05 se apagaron todas las luces, dando paso a gritos de emoción que se acrecentaron a medida que subían los integrantes de la banda, cuyo éxito explotó tras su paso por el programa europeo de música Eurovision en 2021.
“Don’t Wanna Sleep” y “Gossip” de su reciente disco “Rush!”, el cual trajo de regreso a los italianos a Chile en el marco de su “Rush! World Tour”, fueron las elegidas para comenzar, asegurando que la energía estuviera a tope desde el primer minuto, lo cual se notó en los bailes y saltos de los asistentes, incluso en aquellos que estaban allí sin acompañantes.
El frenesí inicial no se detuvo en ningún momento, ni siquiera durante la interpretación de “Zittie E Buoni”, una de las canciones más relajadas en la discografía de Måneskin, pues los cantos en italiano y las linternas encendidas de los celulares moviéndose al ritmo de la música se dejaron sentir en cada rincón del recinto capitalino.
“Honey (Are U Coming?)”, “Supermodel” y “Coraline”, siguieron en la lista, para luego darle paso a la canción más reconocida dentro del repertorio de los oriundos de Roma: “Beggin”. De hecho, esto es tan innegable que su carismático vocalista, Damiano David, bromeó durante la introducción respecto a que ellos estaban cansados de interpretarla, a la vez que el público estaba aburrido de escucharla.
“¿Quién sabe qué pasa el 11 de noviembre?”, preguntó David al término del cover de “The Four Seasons” al que le deben su fama mundial, cuya respuesta era totalmente desconocida para todos, por lo que él mismo develó el misterio. En poco menos de un mes, los italianos lanzarán la “Deluxe Version” de su trabajo “Rush!”, que contará con 5 canciones nuevas, incluyendo “The Driver”, la que presentaron a continuación sobre el escenario.
Luego, como cierre de la primera etapa del concierto, vino “For Your Love” y “Gasoline”, siendo ésta última uno de los puntos altos de la noche a nivel de escenografía, ya que una serie de llamas acompañó su interpretación durante los primeros segundos, para ser reemplazadas posteriormente por un juego de luces con colores que simulaban el fuego.
A esta altura, el frío era innegable, y aunque algunos se resistían a abandonar sus vestimentas, más adecuadas para una noche cálida, la mayoría ya lucía acorde a la ocasión. Sin embargo, a diferencia de las temperaturas, la emoción de los fanáticos seguía más viva que nunca, tomando en cuenta que se venía uno de los momentos más esperados para quienes no pudieron acceder a las filas más cercanas al escenario principal.
Y es que al centro de cancha, entre frontal y general, había una pequeña tarima hasta la que llegó Damiano David en compañía del guitarrista, Thomas Raggi. Allí no sólo tocaron una versión acústica de “Timezone”, sino que también se rendió homenaje al artista local que los italianos admiran, a través de su propia versión de una canción. En el caso de Chile, la elegida fue Mon Laferte con su icónica “Tu falta de querer”.
Tras volver al plató central, durante un solo de batería y bajo, los energizantes acordes de “I Wanna Be Your Slave” se hicieron sentir, especialmente durante la dinámica en que el vocalista invitó a sus fanáticos a agacharse para luego saltar lo más alto posible.
Durante gran parte de la jornada, gritos alusivos al físico de Damiano David y al traje negro que eligió para presentarse en Chile se habían dejado caer desde diversos sectores del estadio, pero aún no con la fuerza suficiente para ser objeto de atención. No obstante, eso quedó en el pasado al finalizar la mencionada canción.
Negándose a quitarse parte de su vestuario, aludiendo a que tenía algo mejor que mostrar junto con despistar al público que aún reclamaba que estaba con “mucha ropa”, David comentó que aunque no había demasiados italianos entre los presentes, existía una palabra que todos conocían (y que precisamente es el nombre de la pieza musical que venía a continuación): “Mamma Mía”.
Cabe mencionar que lo anterior sólo fue parte de un jugueteo del vocalista con sus fanáticos, puesto que de igual manera terminó con el torso descubierto, generando incesantes gritos de “mijito rico”, los que agradeció entre risas tras preguntar el significado de esta frase.
Posteriormente, y al igual que en México y Colombia, Måneskin trajo al escenario “Humble.” de Kendrick Lamar, dejando en claro que la realización de covers no es un problema para ellos, tal como mencionó David en algún punto del espectáculo.
“In Nome del Padre” fue la siguiente, durante la cual se desató la histeria de las primeras filas por acercarse a quien está a cargo de la voz de la banda italiana, luego de su decisión de bajar del escenario y ubicarse en la reja. Esto se repitió durante “Bla Bla Bla”.
Otro de los puntos más esperados por las personas fue la interpretación de “Kool Kids”, puesto que es la oportunidad de subirse a la tarima para compartir con los músicos. Frente a este beneficio, los chilenos que lograron ser parte de los seleccionados no desaprovecharon ningún instante, dando lo mejor de sí bailando, saltando, cantando y, por supuesto, demostrando afecto a sus ídolos.
Al finalizar ese frenético momento, se dio a lugar a una extendida pausa, la que incluso fue interpretada por algunos como el fin del espectáculo, retirándose del recinto. Pero esto no sería así, ya que el guitarrista sería el primero en retornar para la interpretación de un solo de guitarra, tras el cual regresó el resto de sus compañeros para darle paso a “The Loneliest”.
El cierre de la noche fue con una nueva interpretación de “I Wanna Be Your Slave”, lo cual podría considerarse uno de los elementos bajos de la jornada, pues -de cierta manera- dejó en evidencia que pese al gran reconocimiento que ha logrado Måneskin, aún no consolidan un reportorio que nos los empuje a repeticiones.
Sin embargo, para los fanáticos esto no fue un problema, como tampoco el llegar al Estadio Bicentenario de la Florida con más ropa de la esperada ante el frío de un poco común mes de octubre, puesto que la energía en todo momento de los italianos en el escenario se apoderó de todos los presentes, generando el calor necesario para aguantar y disfrutar de este tan anhelado show para ellos.
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