Fecha: 19 de febrero
Lugar: Movistar Arena
Productora: Bizarro
Fotógrafo:
Periodista: Gabriela Aceiton
Es su primera presentación del 2019, el ídolo azteca se aseguró con los clásicos de siempre, convirtiendo al Movistar Arena en una gigantesca sala de karaoke.
Primer día cumplido de una agenda que contempla cuatro conciertos en nuestro país. El cantante mexicano Luis Miguel comenzó aquí el trayecto sudamericano de la gira ¡Viva México!, que estuvo presentando el año pasado en ese país y en parte de EE.UU.
La cosa partió con una introducción instrumental, cerca de las 9:30 de la noche. Pantallas gigantes, muchas luces y una banda compuesta por 3 coristas y cerca de 10 músicos que lo acompañaron en escena. El panorama era prometedor, teniendo además en cuenta todo el ensayo y preparación desde el fin de semana.
Luego de unos minutos de música e imágenes, el recinto estalló en gritos de amor y euforia cuando por fin Luis Miguel pisó el escenario vestido de traje, impecable como siempre. “Si te vas”, “Tú solo tú” y “Amor, amor, amor” abrieron los fuegos de la noche.
El primer momento romántico apareció con “Devuélveme el amor”, seguido de “Suave”, canción que transformó la energía de la fanaticada que bailó desatada sobre las sillas que estaban en la cancha ¡Ingenuos los que pensaron en que la gente estaría sentada en este show!
El segundo momento romántico de la noche, y no podía ser de otra forma, se dió cuando Luis Miguel interpretó “Por debajo de la mesa” pegada a “No se tú”. Este recurso de mezclar varias canciones, y no cantarlas completas por separado, se repitió durante todo el espectáculo, dando matices que el astro mexicano aprovechó muy bien, ya que dejaba grandes “espacios vacíos” para que el público cantara. Cabe destacar que, a pesar de que tuvo momentos brillantes donde demostró que aún tiene calidad vocal -como al final de la canción “Tú y yo”, donde realizó un “jugueteo” con su saxofonista, o la versión de “Contigo en la distancia” acompañado solo por el piano-, también se notó cansancio y varias desafinaciones.
La lluvia de éxitos no paró en toda la noche y la fórmula de los popurrís fue perfecta para condensar lo mejor de “LuisMi”, quién cambió su vestuario dos veces. El primer cambio lo hizo en el momento más íntimo del concierto, sacándose la chaqueta, corbata y quedando con un gillette negro, para interpretar “La Barca” y “Contigo en la distancia”, acompañado solo por el piano.
El segundo cambio de vestuario lo hizo hacia el final del show, donde apareció con pantalones y una polera negra ajustada, dejando sin aire a muchas que ya a esa altura tenían la garganta resentida de tanto gritar.
Luego del viaje entre baladas y éxitos más movidos, el final fue como una ametralladora que te obligaba a cantar y bailar. El mexicano si sabe como cerrar bien un show, por eso finalizó con “Será que no me amas” seguido de un popurrí kitsch: “Decídete”, “Los muchachos de hoy”, “Ahora te puedes marchar”, “La chica del bikini azul”, “Isabel” y el broche de oro “Cuando calienta el sol”, momento donde de la nada aparecieron unas pelotas de plástico gigantes, como las que se usan en la playa. Fue así como terminó este primer día de fiesta con Luis Miguel en el Movistar Arena, una noche de diversión y karaoke, a pesar de que no estuvo alejado de fallas vocales y técnicas que lo mostraron bastante molesto a ratos, aunque a sus fans eso no les importa mucho.
¿Tendrá “El Sol” de México la energía para prender la fiesta los días que quedan? Al menos por lo visto en la primera noche, esto se viene bien.
0 Comments