Don Osvaldo + Farolitos
Fecha: 15 de agosto de 2015
Lugar: Teatro Caupolicán
Productora: Toma
Periodista: Diego Publa
Fotógrafa: Eugenia Fuentes
Como siempre la previa se observaba extensa en muchos de los asistentes, pero la felicidad como la fidelidad a la agrupación ex Callejeros era entregada con cánticos donde el bombo murguero y ese fervor de estadio complementa con banderas esta buena manera de recibir a las agrupaciones musicales muy al estilo de nuestros vecinos de cordillera.
Lamentablemente por problemas de ingreso, no pudimos tener registro del nacional Pancho Folk quién presentaba una agrupación ligada hacia los sonidos Punk Rock, situación mostrada en abril pasado en el mítico Bar de René.
Acudimos por segunda vez en el año a un importantísimo show con olor a mate, rocanrol y pasión trasandina. Luego de La Renga hace un par de meses, Don Osvaldo es quizás el evento más esperado en muchísimos años y por ende, la presentación imperdible para este año en cuanto a bandas argentinas se refiere, pero la antesala tenía otro invitado extranjero.
De forma puntual a eso de quince minutos para las nueve de la noche Farolitos presentaba todo el poder de este grupo con casi trece años de “aguante y agite”, como se autoproclaman. Corte de “En ésta parte de la tierra” (2007) y “Las voces del sótano” (2010), además de singles de su próximo disco que saldría en este próximo septiembre, generaron la efervescencia tal en un Caupolicán con el 60% de su capacidad concentrado en su parte baja.
Momentos más tarde donde conceptos como justicia, libertad y unión sudamericana eran sentimientos que se entregaban en esta reunión sonora, donde no sólo la congregación por una presentación es lo que importa, el compartir y entregar son valores que no se ven para la construcción de una sociedad mejor. A eso de diez minutos para las diez fue el momento esperado, en un escenario bastante austero pero con el color del entorno nos engalanábamos a una fiesta de 27 temas donde a pesar de lo largo, la emoción estuvo a flor de piel.
Desde el entrenador de la Selección Chilena, Jorge Sampaoli, en el palco oficial que se mantenía estático junto a un más efervescente Sebastián Beccacece. Argentinos, uruguayos y nacionales juntos donde la entrada de “Si querés que sea yo” tema de la última placa bajo el nombre de Callejeros generaba una retribución inmediata y las deudas que comenzaban a estar saldadas.
Un Pato Fontanet lleno de consignas en la voz y con más energías que nunca entregaba una batería de hits, donde el sonido jamás perjudicó un show impecable mientras el público a mi alrededor no la podía creer con las manos intentando tocar el cielo. Banderas y este rock característico argento que llegaba a debutar en nuestro país a 20 años de su formación. Los puntos donde el ambiente era indescriptible por unas letras fueron “La Llave”, “Tan Perfecto que Asusta” y “Prohibido” del álbum “Rocanroles sin Destino”, sin duda el más significativo para los fanáticos de nuestro país que luego de “Suerte”, culminaba un evento del cual nadie quería cerrar.
Una lista de temas tremenda donde su primera entrega en Chile nos hace esperar un regreso, pero que aquella noche nos rememorará que el sentimentalismo en base al arte auditivo de Don Osvaldo estará totalmente prohibido de olvidar.
Farolitos
Don Osvaldo
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