La primera vez de Tiago PZK en Chile, con su propio show en solitario, demoró muy poco. Ya con 21 años llevó miles de personas al Movistar Arena, todos expectantes de lo que esta promesa de la música urbana argentina podía mostrar, considerando la rápida evolución musical que lo ha llevado a moverse desde el freestyle hasta diferentes ritmos de pop.
Lo primero que se puede notar es cómo se mueve de un lado a otro del escenario, técnicas que ha desarrollado desde que pisó diferentes escenarios como parte de concursos de freestyle. Incluso recordó uno realizado en Chile hace algunos años, haciendo gritar al público con cualquier referencia. Realmente, el público reaccionaba a cada una de las palabras, gestos o bailes que hacía el trasandino.
Su versatilidad se puede ver en canciones como «Sola», donde es acompañado de un piano y una guitarra acústica para mostrar una parte más intima. Con otras, como «Loco», muestra quizá lo más tradicional dentro del sonido actual, pero con una muy buena interpretación y participación del público. En ninguna de ellas utiliza autotune ni otras herramietas similares.
Una de las pocas cosas que le restaron un poco al concierto fue el audio. No sé si habrá sido la gran respuesta que tuvo el público u otro factor, pero cuando coincidía la voz del músico con la de los presentes, la del escenario se perdía un poco. A pesar de eso, la comunicación fue súper fluida. A veces se abusa un poco del recurso de recordar las raíces, pero él lo resumió en un «se puede, guacho».
Ya con «Sabor a miel» empezó el sonido más bailable, el que siguió el resto del espectáculo con canciones como «Cerca de ti», «Sex & Love» o «No me conocen», canción en la que colabora con Duki. Incluso fue capaz de hacer una improvisación que incluso nombró a Arturo Vidal o el Parque O’Higgins. Detalles que hacen únicos cada espectáculo. Detalle de «Sex & Love»: tiene muchas similitudes a sonidos del k-pop y funcionan muy bien.
Pero no se quedaría ahí, ya que Tiago hizo caer el Movistar Arena cuando contó que tenía algo especial, nunca antes presentado en público. ¿De qué se trataba? Una nueva canción junto al nacional Cris MJ. Este debut incluso fue acompañado por Young Cister y Pailita en el público, quienes también recibieron gritos y peticiones de fotos por montones. Interesante canción que mezcla súper bien los sonidos urbanos de cada lado de la cordillera.
El público nunca estuvo apagado, algo que facilita mucho las acciones del artista, en especial con «Prende la cámara». El nombre de la canción fue la misma petición que le hizo a las personas presentes, añadiendo que era una de los temas con los que se despedía. Después de una breve salida del escenario fue uno de sus mayores hits el que terminó el set: su sesión con Bizarrap, joven genio de la música urbana latina de los últimos años.
Con cerca de 90 minutos de show, lo de Tiago PZK fue muy prometedor. Su reciente disco Portales ha sido una de las buenas sorpresas de este 2022 y esas canciones suenan súper bien en vivo. El querer cubrir tantos sonidos diferentes es un reto grande, especialmente con lo que hacen otros gigantes de la actualidad como Bad Bunny, pero es un buen precedente para un artista que todavía tiene bastante por demostrar.
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