A estas alturas ya nadie habla mucho de las «deudas pendientes» de ciertos artistas o grupos con Chile, tierra que durante muchos años se vio alejada del circuito de conciertos por su lejanía. Eso cambió, afortunadamente, con el paso de los años. Ahora hemos podido ver como bandas con 10, 20 o más años de trayectoria llegan a nuestro país. Ese fue el caso de Bikini Kill.
Antes de entrar de lleno a la presentación de Kathleen Hanna y compañía, hay que dedicar algunas palabras a Sin Lencería. El cuarteto de punk rock nacional deslumbró a quienes llegaron temprano a la Blondie. Con un sonido bastante sólido, algo también demostrado en su paso por el Cosquín Rock, la banda mostró todos sus pergaminos en un set corto y contundente.
Con canciones como «No quiero tus piropos», «Revolcarme» o «36 horas» fueron capaces de mostrar la mezcla de influencias que acumulan, donde claramente también se apreciaba el peso de la historia de Bikini Kill con sus guitarras y baterías rápidas. Un acierto para la noche, donde calzaron perfectamente.
Tras cerca de media hora de su show y algunos minutos más con preparativos sobre el escenario, Bikini Kill apareció en la tarima principal de la conocida Blondie. Con Hanna como centro del espectáculo, el cuarteto no demoró ni un par de minutos en demostrar lo arrolladoras que pueden sonar.
Encabezar un movimiento como el Riot Grrrl, donde lograron posicionarse como referentes del punk en un género históricamente machista, fue todo un hito en los años 90. Cerca de 30 años después, esa misma potencia se mantenía sin grandes modificaciones. Sin dudas, el público que se agolpó en la reja -mayoritariamente mujeres- reaccionó de la misma forma que la banda vio en sus inicios, levantando las mismas consignas y gritando igual que en una tocata en Washington.
Y no solo contábamos con una histórica figura como Hanna, sino que también con otra música y activista como la polifuncional Tobi Vail. Ellas, junto a Kathi Wilcox y Erica Dawn Lyle, comenzaron el show al igual que gran parte de su gira con «New Radio», la que daría una pequeña probada de lo que se vendrían en los minutos siguientes: potencia y rapidez.
En menos de media hora ya habían pasado más de una decena de canciones, las que se cruzaban con gritos por parte del público con consignas que hacían alusión a este 8M. Todo esto ante una Blondie que se llenó sobre la hora y que supo cumplir con los deseos de la agrupación de no pasar por sobre otros asistentes y tener un buen comportamiento.
Una tras otra aparecían canciones como «This Is Not a Test» o «I Hate Danger», temas que mezclan letras filosas y ritmos que llevan a mover el cuerpo, tal como lo hizo Hanna una y otra vez bailando sobre el escenario, ¿quién dijo que el punk no se podía disfutar de esa forma? Lo único que quizá se podría decir es que el micrófono no era el más claro al momento de hablar, pero al cantar daba lo mismo con gritos que hacían viajar un par de décadas atrás al cerrar los ojos. La voz de la líder cambió con los años, pero no lo que entrega al entregarla al público.
Con solo una hora sobre el escenario, y después de interpretar «Suck My Left One», la banda salió. Los gritos no demoraron, con prácticamente nadie moviendose de su lugar en la espera por una tanda extra. Y así fue, solo algunos minutos después, con las músicas volviendo para un último golpe con «Double Dare Ya» y el clásico «Rebel Girl», canción que vació pulmones con gritos atorados hace años.
Corto y contundente, ¿qué más se podía esperar? Repartir canciones que no llegan a los tres minutos de duración hace que el tiempo en los conciertos vuele, en especial cuando vienen de una banda que nunca había pisado el país y que cuenta con una historia tan rica. Bikini Kill dejó a varios cientos de personas con sonrisas por haber cumplido un sueño, por haberse encontrado con esas voces rupturistas de los 90 y que ahora, décadas después, vienen a compartir ese mensaje a un lugar tan lejano como Chile. Y, además, todo terminando a pocos minutos de que llegara el 8M.
Bikini Kill
Fecha: 07/03/2024
Lugar: Club Blondie
Productora: Ni Vivo Ni Muerto
Fotógrafo:
Periodista:
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