Más de doce años tuvieron que pasar para que la dupla de Cedrix Bixler-Zavala y Omar Rodriguez-Lopez volvieran a Chile bajo el nombre de The Mars Volta. Además, su última visita no fue la mejor: se presentaron después de Suicidal Tendencies y antes de Rage Against the Machine en el Estadio Bicentenario de La Florida.
Aquel set fue más experimental que potente, con solo un puñado de canciones alargadas por las guitarras de Rodriguez-Lopez mientras que el público se impacientaba por ver a los encabezados por Zack de la Rocha. Eso quedó solo como recuerdo, con el sexteto dando el que quizá es su mejor show en tierras nacionales.
Recién un poco pasadas las 21:15 aparecieron sobre el escenario. Unos espejos con luces en el fondo hacían recordar unas ventanas, mientras que todo el resto del escenario estaba lleno de instrumentos. «Vicarious Atonement» fue una muestra de lo que se vendría: una propuesta basada en la pureza del sonido, con intérpretes que daban con cada nota de forma muy calculada. Ellos dejaban que el desorden se tomara el público, sobre el escenario todo estaba calculado.
A «Roulette Dares (The Haunt Of)» le siguió un regalón de los fanáticos: «L’Via L’Viaquez», quizá el primer gran momento de caos de la noche. Su letra en español con un leve acento norteamericano fue acompañada por los cientos que, a punta de empujones, se acercaban al escenario como si fuese una procesión.
La voz de Bixler-Zavala se mantiene de una forma sorprendente, considerando que muchas de las canciones ya tienen más de 20 años de vida. Ya con una barba más canosa, pero con el afro igual de definido, el músico fue una muestra de lo que un frontman debe hacer con temas que muchas veces pueden caer en el letargo de la instrumentalidad: moverse, mantener la vista tan ocupada como el oído. Solo con gestos comunicaba el agrado de estar nuevamente frente a este público, mucho del cual se repitió de su última visita hace ya cinco años, aunque esa vez fue con At The Drive-In.
Si bien venían presentando su nuevo álbum homónimo, solo dos canciones de aquel trabajo llegaron al setlist. La primera de ellas fue «Graveyard Love», que tuvo una muy buena recepción. Ayudó en esto la forma en la que la banda se preocupó de que el silencio nunca estuviese presente, con Rodriguez-Lopez aprovechando el espacio entre canciones para mostrar todo su talento con la guitarra. No es arriesgado decir que Rodriguez-Lopez está entre los mejores guitarristas de los últimos 20 años, algo que se profundiza más con su carrera en solitario, por lo que fue un gusto poder verlo pasearse y hacer ver como simple todo su actuar.
Los sabores latinos también tuvieron un papel preponderante ante cada ataque de las guitarras. Los bailes de Bixler-Zavala, además de sus coquetos juegos con la lengua, fueron uno de los motivantes más grandes con el paso de los minutos, ya que los empujones y golpes abundaron en las cercanías del escenario. Pero poco importó, la música ya se había tomado el Movistar por asalto y había que dejarse llevar.
Luego de la correcta «Shore Story», llegó un trío de canciones del ya clásico De‐Loused in the Comatorium: «Cicatriz ESP», «Televators» y «Drunkship of Lanters». Como si fuese solo una canción larga de rock progresivo, The Mars Volta las fusionó dentro de una sola experiencia.
El cierre también llegaría de la mano de una trilogía de canciones fundidas en una: «The Widow», «Son et lumiere» y quizá la más representativa de todas, «Inertiatic ESP». Como si fuera un rito, los gritos de «now I’m lost» se tomaron gran parte del recinto, con un Bixler-Zavala visiblemente sorprendido por la recepción de aquella canción que se escuchó por primera vez en estas tierras. Es decir, décadas de espera por parte de los más acérrimos fanáticos. No es menor.
Se fueron casi dos horas de show en doce canciones, sin mucho diálogo ni tampoco encore. Doce canciones que repasaron gran parte de la propuesta del par de amigos salidos de El Paso, Texas: las dosis perfectas entre virtuosismo y crudeza, la muestra de que siguen siendo canciones vigentes con músicos que nunca han tenido miedo de experimentar y llevarlo más allá. Anoche vimos rock, metal, dub, jazz, salsa y mucho más. Ya no estamos perdidos.
The Mars Volta
Fecha: 31-05-2023
Lugar: Movistar Arena
Productora: DG Medios
Fotógrafo: DG Medios y Jaime Valenzuela
Periodista: Samuel Fuentes
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