Fecha: 03 de noviembre de 2017
Lugar: Coliseo Santiago
Productora: Transistor
Fotógrafo: Ramón eMe Gómez
Periodista: Juan Guillermo Carrasco
Complicada jornada técnica que supieron revertir
El sold out de Teatro Cariola y su posterior cambio de recinto al ex Pare de Sufrir, dejó de manifiesto la efervescencia que los argentinos poseen con su audiencia al otro lado de la Cordillera. Fue cosa de observar como la masa de feligreses de toda Latinoamérica corrieron por alcanzar la mejor posición con tal de estar cerca del combo que invita a sentir y respirar un catálogo intachable.
Tras el frío recibimiento de Estelares (algo desmarcado musicalmente para el hito principal), el regreso de los bonaerenses tuvo variados problemas de acústica sufridos en el primer puñado de tracks que no llegaron a acuerdo sonoro. Guillermo Bonetto (voz), al partir el show, realizó variados gestos para que la muestra llegase óptima a nuestros oídos lo más rápido posible. Por fortuna los años de experiencia y el lenguaje visual ayudaron a sobrelleva el bache y el espectáculo fluyó como el humo entre la asistencia.
Así, a como si nos supiéramos su set de memoria, desenvainaron una colección de certeros hits, solos tribales de percusión y secciones de vientos que se mezclaron con su ecléctico reggae roots de toques identitarios del vecino país. “Alas canciones”, la excusa para esta ocasión, vibró en suelo chileno tras cinco años de hiato compositivo en ‘El silencio o ‘La maraña’.
De igual modo, banda y público sedujeron la velada motivados por ‘El ángel’ y ‘Sigo caminando’, ambas de una complicidad a flor de piel que puso notas suaves a un playlist que daría para largo. A continuación los clásicos dieron en el centro de la audiencia en pistas como ‘Es la música’, ‘Kaos’ y la mezcla perfecta entre su tracklist aniversario –celebrando tres décadas- y su más reciente larga duración en dos horas de movida presentación.
Hacia el último tramo, cuando los fantasmas del comienzo de esta historia se daban por solucionados, el esperado medley de ‘Hace falta / De mi mente / Aire / Tus ojos’ tuvo doble partida ante la exigencia de una mejor afinación para las joyas de su dossier. Pero es ahí donde entra el espíritu de la banda, que dando todo hasta el final, su buena predisposición y la energía de Guille lograron pasar por alto la falla ganándole a los desperfectos y la descoordinación lumínica.
Entre desmayos y agradecimiento por “cambiar de local” ante la venta total de tickets y un rogado encore que bordeó la medianoche, dos mil 500 personas ovacionaron la entrega en un viernes durísimo para la sección técnica, pero que no afectó la onda de Los Cafres. Lo dieron vuelta.
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