Santiago Gets Louder 2018: Clásicos y actuales


Santiago Gets Louder

Fecha: 2 de noviembre 2018
Lugar: Movistar Arena
Productora: T4f + Lotus
Fotógrafo: Kena Luppichini   @kenaluppi
Periodista: Diego Puebla   @diego.puebla.h

Una nueva versión de Santiago Gets Louder se llevó a cabo en Movistar Arena ante 15 mil personas

Una tercera versión del evento rockero-metalero por excelencia fue celebrado en un Movistar Arena que se fue agotando mientras se desarrollaba la jornada. 15 mil almas que llegaron de a momentos, disfrutaron de “El Domo” repartidos en dos escenario. “Monster” en las afueras del óvalo recibió a Temple Agents, los death metaleros de Recrucide y los chileno-ingleses de Criminal que fueron encargados de cerrar la jornada a la intemperie con canciones de todas sus épocas.

Al interior fueron tres bloques con la misma cantidad de bandas que lograron repletar cada ubicación desde las 18:00 horas en adelante.
Black Star Riders fueron los primeros en pisar escenario chileno. Con su temática centrada en rememorar los clásicos de Thin Lizzy además de entregar nueva música, los formados en 2012 entregaron sencillos de los tres discos que tienen a su haber en una hora de una presentación simple y potente, llena de hard rock puro y directo.

Momentos después de las 19:20 el cuarteto oriundo de Seattle se subió nuevamente al Movistar Arena después de cinco años de ausencia. En su tercera visita a Chile, “Check My Brain” fue la elegida para comenzar una presentación de hora y media donde “Rainier Fog”, era el motivo de una nueva vuelta por Santiago. Con problemas de volumen en los sectores de platea y en los in-ears evitando que Jerry Cantrell pudiera escuchar, situación que hizo que se retirara enfurecido del proscenio sin sacar la foto final, fueron los momentos bajos que no destacaron en el desarrollo del espectáculo.

El público enardecido en cada sector, disfrutó de “Rooster”, “Angry Again”, “We Die Young” y las actuales “Stone”, “The One You Know” single de la última placa o “Your Decision” canción que pareciera parte del catálogo de la banda con el fallecido Layne Staley. Con un engranaje creíble y con la intención de seguir sonando pesados y melancólicos, los estadounidenses se siguen encargando de entregar calidad en clave de rock, sobre todo en los arreglos en las seis cuerdas, donde Cantrell y DuVall se lucen en el instrumento y a la vez en sus habilidades vocales. Ambos son guitarristas de fuste y ser cantantes les llegó de fortuna y vaya que lo siguen haciendo bien.

Los forofos con gran respeto, los despidió en una aplauso total con gusto a poco para los más fanáticos.

Una hora más tarde y con la antesala indicada para su espera (Alice in Chains es sin lugar a dudas, el exponente más ligado al heavy metal dentro de la escena grunge) Judas Priest salió a escena a las 21:30 horas. El telón que posaba desde las alturas, fue succionado por una “turbina” ubicada al lado del bombo mostrando una escenografía adecuada para el conjunto. Los ingleses comenzaron con “Firepower”, al igual que los recién mencionados llegaron a nuestro país con disco nuevo bajo el brazo y este single da el nombre al largaduración. Con Richie Faulkner quién reemplazó a K.K. Downing y Andy Sneap a Glen Tipton en esta gira por contraer Parkinson que a la vez fueron homenajeados durante el solo de “Painkiller”, acompañan a Rob Halford quien goza de extraodinaria salud vocal además de Ian Hill en bajo y la incombustible batería de Scott Travis.

El quinteto con un sonido ampliamente superior que sus antecesores, en una hora y media lograron variar entre “sandías caladas” y canciones nuevas sin aburrir o bajar la intensidad.

De la mano de impecables audiovisuales, escenografía, luces y vestuario, los músicos se lucieron entregando joyas para los fanáticos como “Freewheel Burning” o “The Great Manalishi” del álbum “Defenders of the Faith”, como también “The Ripper”.Además de los infaltables “Breaking the Law” o “Living After Midnight”. Interactuando con el público y ambos agradecidos por la entrega del otro, culminaron su presentación en una muestra clara que desde 1969, y con diversos cambios de formación es la habilidad de renovarse el elemento clave para seguir siendo un espectáculo imperdible para el metalero de todo el mundo.

Por el lado de Alice in Chains y Judas Priest, dos colectivos emblemáticos a estas alturas y con discos liberados hace meses, es el elemento perfecto para demostrar en vivo la calidad que se sigue manteniendo para poder llenar recintos y dejar a los asistentes, con ganas permanentes de volver a verlos. De todas maneras entran en la categoría de clásicos y a la vez… actuales.


Like it? Share with your friends!

0
agendamusical

0 Comments

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *