FOTOS | Aurora en Chile: Sonrisas y lágrimas


 

El rápido sold-out del show de Aurora en el Movistar Arena parecía ser un adelanto de lo que se podría ver en la noche del domingo, un fin de semana cargado de música con el recuerdo fresco de las dos jornadas del Fauna Primavera.

Fue un regreso rápido. La noruega formó parte de Lollapalooza Chile 2023, entregando uno de los mejores shows de la segunda jornada de aquella edición, pero lo de ahora fue bastante diferente respecto a la propuesta. Si bien ese día contó con un cuerpo de baile que la apoyó en la dramatización de sus canciones, ahora era ella sola la que se enfrentó al público desde el centro del escenario. Uno sin grandes parafernalias, por cierto: además de sus músicos a cada lado, una pantalla gigante de fondo con diferentes imágenes fue lo única que la acompañó.

De todas formas, la esencia se mantuvo igual desde el comienzo con «Churchyard», apertura del primero de los actos que ejecuta. Estos actos, parte de su teatralidad, se sustentan en una voz que va un poco más allá de otras de sus contemporáneas del pop. Es una voz que también se ha nutrido de otras vertientes, como la world music, cambiando de ritmo para darle ciertos colores a cada canción.

El público respondió desde la primera canción. Sorprendió la potencia con la que la gente reaccionó ante la voz de Aurora, incluso a ella misma, mostrándose bastante emocionada al ver aquella recepción que también incluyó carteles, coronas con luces, regalos y un sinfín de otras demostraciones de cariño.

Ya con «Soulless Creatures» volvió a demostrar otro de los elementos favoritos del público: sus bailes. La cantante se movía con bastante naturalidad y calma por sobre el escenario casi vacío, momentos ocupados por su banda para también desplegar un paisaje sonoro totalmente a la altura de lo que salía de los labios de Aurora. La sincronía entre ambas partes del show funcionó perfectamente, algo que se confirmaría tras los comentarios de la propia cantante sobre la cantidad de años que ya ha compartido con todo su equipo.

Y entre canción y canción, donde podemos ver todo su despliegue vocal, también aparecen pequeños discursos con su voz dulce y su apariencia inocente. Pero es solo la apariencia. Aurora nunca niega soportar el peso de la existencia adulta en este mundo constantemente en conflicto. Ella lo sabe, sus fans lo saben. Es esta unión de aguante mutuo la que termina generando intimidad, esa sensación de comunidad que la propia cantante busca fortalecer.

Así, Aurora nombró diversos conflictos armados que ocurren en el mundo, teniendo un momento especial para Palestina y el llamado a un alto al fuego. Quizá no lo sabía o quizá sí, pero la cercanía de Chile con aquella causa provocó que no solo le llegara una bandera de aquel país, sino que también recibiera uno de los aplausos más fuertes de toda la noche.

Pero la cantante no solo ocupa su tribuna para hablar de este tipo de asuntos, sino que tiene un discurso bastante claro -y de larga data- en torno a las mujeres y la inclusión de mujeres trans, el discurso pro-LGBTI+, antidiscriminación y muchos otros tipos de violencia. Ahí donde muchas estrellas del pop prefieren esconderse para no perder fanáticos o publicidad, Aurora lo dice abiertamente, acompañándose de banderas y más. Son ese tipo de gestos los que terminan estrechando más la relación entre un artista y sus seguidores.

Entre tantas improvisaciones también tuvimos una versión a capella de «Exist for Love» en una de las tantas pausas por personas desmayadas en el público. Sin que hiciera un calor asfixiante como en otras oportunidades, la presión entre la gente en una cancha general repleta provocó más de un problema de este tipo. Lamentablemente, el llamado al autocuidado no es suficiente.

La inclusión de «Infections of a Different Kind», interpretada solo un puñado de veces en los últimos años, fue un bonito gesto con el país. Esta atmósfera continuó con «The Conflict of the Mind», otra de las tantas canciones cuyo mensaje resuena mucho en sus fanáticas y fanáticos.

Esta última es parte de What Happened to the Heart?, el nuevo álbum que vino a presentar y que se llevó cerca de un tercio del set total. Esta nueva entrega sigue la misma lógica y éxito de las anteriores. ¿Para qué reparar algo que no está roto? Es esa misma música, con sus vaivenes de bailes y momentos introspectivos la que logra un efecto no muchas veces alcanzado dentro del pop.

Tras «Giving In to the Love», tanto Aurora como su banda dejaron el escenario. No duró ni dos minutos para que, en medio de los gritos de la gente, apareciera nuevamente para entregar un acto final que hasta se podría considerar catártico.

El éxito bailable «Cure for Me» abrió este último tramo, seguido de «Some Type of Skin» y un cierre emotivo junto a «Invisible Wounds». Precisamente son estas heridas invisibles las que le dan forma al mensaje de fondo de Aurora: todos estamos dañados, en mayor o menor medida, y hacer frente a esas heridas es lo que nos hace evolucionar como personas. Cada una a su ritmo, claro, pero sabiendo que no estamos solos en aquella posición de oscuridad, desesperanza y tanto otro sentimiento negativo que aparece.

Así como cayeron lágrimas por el rosto de Aurora, también ocurrió lo mismo en varias partes del Movistar Arena. La sincera emoción entregada por la cantante fue contagiosa, creando un momento de unión sincero tras casi dos horas de show. Su voz impecable, la banda siempre a tiempo y el público reaccionando a todo: ingredientes para un show inolvidable.

Aurora

Fecha: 10/11/2024
Lugar: Movistar Arena
Productora: Lotus
Fotógrafo:    @cqphotographer
Periodista:    @


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agendamusical

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