RHCP en Lollapalooza Chile
Fecha: 17 de marzo de 2018
Lugar: Parque O’Higgins
Productora: Lotus
Fotógrafo: Kena Luppichini
Periodista: Diego Puebla
La agrupación californiana cerró la jornada de sábado ante un evento completamente vendido
La producción anunciaba desde el día viernes que la totalidad de las entradas para la siguiente fecha de la versión 2018 de Lollapalooza, estaba totalmente agotada. Alrededor de 80 mil personas se reunieron en un día que contó a Mon Laferte, Chance The Rapper e Imagine Dragons como las principales atracciones antecediendo claramente al evento principal que culminaba una noche llena de emociones.
A eso de tres minutos para las diez de la noche, debido a problemas logísticos asociados al mal clima que afectó Argenta algunos equipos no llegaron al país por la suspensión de vuelos, atrasando la programación sin grandes inconvenientes en el normal funcionamiento del show en general. Red Hot Chili Peppers sin imprevistos, salió a escena rápidamente con un solo potente para comenzar con un tridente popular con “Can’t Stop”, “Dani California” y “Scar Tissue” logrando en diez minutos levantar hasta el alma más cansada por el intenso día en Parque O’Higgins.
En una bajada de ánimo inmediata de la mano de un setlist que no logró la intensidad esperada por el público, los momentos tenues y la poca interacción con el público entregaba situaciones incomodas a ratos que subían la emoción con cortes de la talla de “Californication” a eso del décimo tema ejecutado.
A ratos se vislumbraba la agrupación rock-funk desordenada e intensa con la cual se caracterizaba en los noventa, y en otros momentos la pasividad se tomaba el escenario en situaciones que no enganchaban con el público local como “Dont’ Forget Me” o “If”. En un giro nuevamente en la realización y con claras muestras de disconformidad con sus retornos, los ánimos volvieron a emerger con “Suck My Kiss”, “Soul to Squeeze” y “By The Way”, incorporando elementos interesantes como el cover al icónico músico Jeff Buckley con “Lover, You Should’ve Come Over” cerrando la jornada con “Give It Away” marcando el peak de intensidad con fuegos artificiales que cerraban la noche de la mano de un espectáculo por parte de los californianos ambicioso con la introducción de material poco escuchado por los asistentes locales.
Una estrategia distinta comparado con Pearl Jam la noche anterior, que refleja estos altibajos como una montaña rusa que se observaba como paisaje por el parque de entretenciones al costado del recinto donde ocurre el encuentro musical, y que de manera metafórica nos hace recordar aquella exitosa banda sonora de los dibujos animados “Beavis & Butthead”, con la canción “Love Rollercoaster”.
Un espectáculo que de todas formas es necesario subir y ser parte, en este carro que por segunda vez visitó Lollapalooza mejorando sustancialmente su show de la experiencia anterior.
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