Los Fabulosos Cadillacs
Fecha: 4 de junio de 2016
Lugar: Movistar Arena
Productora: T4f+Bizarro
Fotógrafo: Kena Luppichini
Texto: Matias Astaburuaga
Si hay algo que saben las bandas argentinas es de fanatismo y Los Cadillacs son el mejor ejemplo. Miles de personas coparon las tres plantas del Movistar Arena, en un show que no dejó insatisfecho a nadie. Se juntaron las generaciones, y no solo en el público, en el escenario era evidente gracias a la participación del hijo de Vicentico, Florián, en guitarra y del Señor Flavio, Astor, en batería y bajo, dándole a la banda la energía de antaño.
A las 21.00 hrs. el público ya se impacientaba, empezaban los aplausos y las silbatinas, a las 21.15 se apagaban las luces y comenzaban los gritos y en el escenario una producción audiovisual del nuevo disco, «La salvación de Solo y Juan», era el prólogo de la historia que cuenta este disco, de cómo estos dos hermanos quedaban huérfanos de madre. El grupo entraba a escena y el público estallaba. Comenzaron con una aplanadora de temas clásicos («V centenario», «El genio del dub» y «La luz del ritmo»), todo el público se ponía de pie para saltar y corear.
Luego dieron pasos a temas del nuevo disco, donde vimos a Vicentico en su faceta de pianista y a Astor, el hijo del Sr. Flavio, acompañando en el bajo, de tal palo tal astilla. Los espectadores se sentaron para escuchar atentos estos nuevos temas, que venían acompañados de una producción cinematográfica.
Volvían los clásicos y volvía la locura. De la algarabía del cover de The Clash, «Revolution rock», llegaba el momento romántico de la noche, con la siempre emocionante «Siguiendo la luna» y el Movistar completo se iluminaba con los celulares. La banda se empezaba a despedir con «Carnaval», «Carmela», y «Mal bicho», donde Vicentico y Flavio fueron los encargados de hacer explotar al público. Los argentinos se retiraban por primera vez del escenario, para volver con el tema «Fantasmas» del nuevo disco y temas más emotivos como «Calaveras y diablitos», «Vos sabes» (Vicentico cantándole a Florián y Flavio a Astor) y «Vasos vacíos», terminando bien arriba con «Matador» haciendo que toda la gente saltara, bailara y gritara.
Los Fabulosos Cadillacs se retiraban una vez más y una pequeña parte del público, conformes, se retiraban. Pero los más fanáticos no podían estar conformes hasta escuchar «Yo no me sentaría en tu mesa» y la comenzaron a corear. Pasaban los minutos y el canto era más potente hasta que la banda regresaba para satisfacer a los ya hinchas del león del ritmo.
Una noche impecable, donde, por más de dos horas, los asistentes y la banda se olvidaron del frío de Santiago.
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