Hace muuuucho que se esperaba un espectáculo de este tipo en el país y el nombre que llegaría para llenar esta necesidad sería Jungle. Más de 7.000 personas bailando en el Movistar Arena al ritmo de los ingleses.
Esta fiesta tenía un protagonista claro: Loving in Stereo, el último trabajo que presentó el colectivo durante el 2021, del que se desprendieron 10 canciones, de un total de 14. Con algunas de ellas partieron este show: “Keep Moving”, “All the Time” y “Talk About It”, tracks que también siguen la misma lógica de sus otras canciones.
¿Cuál es esta? Hacer canciones con muchas referencias a la música negra, desde el disco hasta el soul, pero sin ocupar una gran cantidad de samples, sino que haciendo la música ahí mismo. Los ingredientes son conocidos, la técnica es la única y especial.
De hecho, con “All the Time” ya se sentía esto, escuchando cómo las voces pasaban de un lado para el otro del escenario, todo con un escenario muy austero: no más de 12 luces, una pantalla negra de fondo que luego mostró imágenes muy minimalistas. La música era la protagonista, haciendo bailar tanto arriba como debajo del escenario. Y no solo eso, sino que cerraron con un potente dueto de guitarras que fácilmente podría haber sido el del cierre del concierto.
Una prueba clásica de los ánimos del público es hacerlos participar y en esta oportunidad fue a través de aplausos. Y fue furor. Desde ahí el concierto prácticamente fue en alza, tomando un respiro con la tranquila “The Heat”, perteneciente a su primer disco.
La disposición estaba súper clara: Josh Lloyd-Watson y Tom McFarland, creadores del colectivo, al frente del escenario con sus diferentes herramientas. Detrás, las y los otros cinco músicos que los acomapañaban. Todos ellos, muy talentosos en cada una de sus áreas, solo se unieron a Jungle el año pasado. Y no se notaba, para nada.
Mientras seguía existiendo un juego de siluetas entre los y las artistas en el escenario y el fondo, por los parlantes se empezó a escuchar una mezcla más homogénea de canciones, intercalando las más conocidas y los singles más nuevos.
Es verdad que a ratos se vuelve predecible o que hay algunas canciones que, para quien no los conoce, pueden sonar bastante parecidas, pero no es necesario reinventar la rueda. Ya tienen algo tan claro que solo lo van puliendo. No es fácil tener siete personas en el escenario y hacer funcionar, por ejemplo, juegos de cuatro voces a la vez.
El único momento que se salió de la estética fue cuando presentaron «Romeo», la que cuenta con la colaboración del rapero Bas, quien acompañó a través de un video proyectado al fondo del escenario. Aparte de eso, todo estuvo en las voces y manos de Jungle como un todo.
Lydia Kitto en un momento sacó una flauta, poco después hay un pequeño solo de batería. Varios recursos que iban haciendo diferencias entre lo que se escucha en la versión de estudio y lo más ruidosos que pueden ser en vivo. Dejan clara esa diferencia, que no necesitan solo poner play a algo ya grabado, sino que hacen todo desde cero, con el riesgo que conlleva y la satisfacción de conseguirlo.
Todavía resulta extraño ver tanta gente bailando usando mascarilla, especialmente dentro del Movistar Arena. No todas las personas respetaron esa medida, algo fundamental para poder mantener los conciertos en marcha. Aun así, incluyendo el atraso de cerca de media hora, todo salió bien, más de 20 canciones en hora y media.
Jungle puede venir con la formación o en el momento que sea, el resultado será similar. Se vio también en Lollapalooza, ya se puede considerar un número asegurado. Tuvimos la suerte de ver a una banda con una esencia muy clara, la que ya depende de ellos mantener o mejorar. El momento más difícil para reinventarse es en el éxito y el dúo ya lleva ahí un tiempo. Tendremos que esperar hasta la próxima visita, algo que sí o sí ocurrirá.
Jungle
Fecha: 24 de Marzo
Lugar: Movistar Arena
Productora: Fauna / Lotus
Fotógrafo: M. Loreto Plaza
Periodista: Samuel Fuentes
0 Comments