Richard Ashcroft
Fecha: 20 de octubre de 2016
Lugar: Teatro Caupolicán
Productora: DG Medios
Fotógrafo: Kena Luppichini
Periodista: Diego Puebla
Con un Teatro Caupolicán lleno el ex The Verve debutó en nuestro país el pasado 20 de octubre.
“These People” nombre del último disco lanzado por Richard Ashcroft a principios de año, fue el motivo del regreso del artista luego de estar alejado del conocimiento público, llegando a nuestro país aquella noche de jueves.
El artista encargado de componer –junto a sus ex compañeros en The Verve- los últimos grandes clásicos del britpop, llegaba con la excusa de promocionar su carrera solista que ya tiene cinco producciones bajo el brazo y rememorar claramente, los éxitos de su ex banda.
El inicio del espectáculo fue como se mostró el intérprete a lo largo de la hora y cuarenta de show, directo y empático. Delgado y ya con cuarenta y cinco años, con una impecable banda y alternando guitarras entre lo clásico con lo eléctrico eran sus herramientas, de la mano de una voz que jamás declinó.
“Out of My Body” seguido de “Space and Time” son los cortes donde todo comenzó. Los asistentes vitoreaban cada tema demostrando la convocatoria de esos artistas de un presente mediático “silencioso” pero que con una ejecución sin errores, sonido con un par de acoples y nada más, una empatía impensada por el historial rebelde de Ashcroft y de temas insertos en el inconsciente colectivo, el británico justifica y con creces la asistencia de un concierto hipnótico, por ejemplo, cuando el vocalista queda solo en el proscenio para interpretar solo con su guitarra, las baladas en versión acústica como “The Drugs Don’t Work” o “Check the Meaning” , y la intensa forma de rockear cuando el momento y la canción lo corresponde, sin realizar una autoparodia.
“Sonnet”, “Music is a Power”, “Lucky Man” o “Bitter Sweet Symphony” fueron algunos títulos que se escucharon en la calle San Diego donde la sensación final fue de saciedad. Cuesta bastante desligarse de la historia más con la mochila de una agrupación como The Verve. Pero Richard Ashcroft lo logra con la calidad de sus producciones actuales, una asombrosa demostración musical en el escenario y reflotar lo justo de sus éxitos anteriores. El mérito es totalmente propio a punta de calidad…
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