Lo que parecía una jornada con un plato principal y un telonero terminó siendo una noche con dos shows principales. Esa es la sensación que queda después de asistir al Teatro Caupolicán a ver a dos nombres con trayectoria, pero con bastante futuro, juntos en la misma jornada.
Los primeros fueron Parkway Drive, australianos que no llegaban al país hace más de 10 años. Desde allí cuatro álbums nacieron, precisamente los cuatro que tendrían mayor presencia en un corto, pero potente set. Lo primero fue «Glitch» de su último disco, Darker Still, con el que mostraron que se mantienen fieles a un sonido que es una mezcla de muchas cosas.
Ya estamos llegando al punto donde el público y los artistas de este género están casi en la misma edad, por lo que también se mezclan las influencias y gustos. Ahí se podían identificar cosas de mundos tan lejanos como Marilyn Manson, Mastodon, Slipknot, Slayer y mucho más, todo condensado dentro de un quinteto sin grandes dotes teatrales, pero sí con los conocimientos técnicos para desplegar un show solido.
A pesar de que su voz no tuvo la potencia que se hubiese esperado por los parlantes, Winston McCall fue el centro del show. Su vestimenta totalmente blanca incluía un chaleco antibalas del mismo color, con el título de su más reciente álbum en la espalda.
Tras solo 11 canciones, los oceánicos dejaron el escenario. Un set similar a lo que presentarían en un festival, eligiendo aquello que los ha llevado a ser conocidos -como el ya clásico «Carrion»– y parte de su último disco. Ojalá no tengan que pasar 12 años más para tenerlos nuevamente en el país.
Con Lamb of God la historia es similar: fueron casi seis años sin que se presentaran en el país, siendo el escenario del Teatro Caupolicán también el que los recibió en esa noche de junio.
Su vocalista y lider Randy Blythe fue quien comandó el derroche de energía que significó su llegada al escenario, teniendo en su poder el controlar a un incombustible público que no se aburría de hacer slam y circle pit bastante grandes, considerando el tamaño que tiene la explanada del Caupolicán.
Todos de cabello largo, partieron con todo: «Memento Mori», «Ruin» y «Walk With Me in Hell» fueron las tres iniciales de un show que también tuvo pequeños sabores de otros shows. En este caso, el groove de bandas como Pantera o el thrash de Sepultura tenían pequeños homenajes en esta presentación.
«Ditch» fue uno de los dos tracks de su último disco -el motivo de la gira- que presentaron en Santiago, con una gran recepción para luego ser seguida de una regalona de las y los fanáticos: «Now You’ve Got Something to Die For». Pero, más allá de la elección, la gente venía predispuesta a pasarlo bien, gritar, empujarse y liberar energía. Con eso ya garantizado, cada canción se sintió como un acierto.
«Laid to Rest» y «Redneck», dos de las favoritas de los norteamericanos, fueron las que cerraron un set de solo 15 canciones. El aguante del cuello de Blythe con cada headbang estuvo al mismo nivel que el del resto de su banda, que no aflojó ni un segundo para hacer que todo sonara lo más potente posible.
Así, menos de 90 minutos después, el tornado que significó Lamb of God concluyó. Una noche tranquila y emocionante donde pudimos ver, entre otras cosas, a dos de los nombres que le han dado un nuevo aire al metal de los grandes escenarios. Sí, llevan más de dos décadas, pero el sonido se mantiene fresco, cautivando tanto a los viejos seguidores del género como aquellos que recién están sumándose.
Parkway Drive + Lamb of God
Fecha: 27-04-2023
Lugar: Teatro Caupolicán
Productora: Transistor
Fotógrafo: Pedro Aceituno
0 Comments