Fecha: 29 de octubre de 2017
Lugar: Movistar Arena
Productora: Lotus
Fotógrafo: Kena Luppichini – Lotus
Periodista: Diego Puebla
Diversas bandas del metal mundial llenaron Movistar Arena en más de nueve horas de música
El festival que en su versión debut hace dos años, convocó en una sola jornada a nombres como Faith No More, Deftones, System of a Down, Lamb of God y más, este año reformulaba su condición variando el formato de “estadio” que en aquella ocasión pasó por Hangares Suricato en el ex Aeropuerto de Cerrillos, a “El Domo” aterrizando en el óvalo mayor del Parque O’Higgins.
Más de nueve horas de música integró la parrilla este año en una división de dos escenarios. Dentro del Movistar Arena, pero en el patio trasero “Talavera Stage” era el encargado para congregar a agrupaciones como Temple (lo compone Walter Giardino y el chileno Ronnie Romero), los nacionales Tirano que abrieron la jornada a eso de las 14:15 y Ego Kill Talent cerrándola en aquel proscenio directamente desde Brasil.
En el escenario principal que convocó la mayor afluencia de público comenzó a eso de las 15:00 horas con el proyecto donde participa el baterista de Slipknot, Joey Jordison. Vimic en una hora y con una ejecución potente que mezcla diversas ramas del metal dejó satisfechos a los asistentes que recién llegaban al recinto. Momentos después y con una hora de duración al igual que los norteamericanos, Rata Blanca comenzaba su presentación a eso de las 17:15 cuando el público comenzó a llegar en masa. Con diez minutos de diferencia con su presentación en otro escenario, Walter Giardino en guitarra y Adrián Barilari como frontman demuestran una incombustible puesta en escena tomando a ellos como una impecable dupla dentro del heavy metal sudamericano. “Mujer Amante”, “Rock and Roll Hotel” o “Los chicos quieren rock” son algunos de los temas que pasaron por nuestro país en una prensada presentación que terminó con “La Leyenda del Hada y el Mago”, provocando la primera catarsis de la noche.
Minutos después vendría sin lugar a dudas lo más esperado por miles de fanáticos que repletaron Movistar Arena, King Diamond como solista por primera vez en Chile. Un telón con el logo del vocalista danés era la previa hasta que desaparece a eso de las siete de la tarde y fracción. Con una escenografía ambientada en una casa satánica en la cual se desarrolló la historia de Abigail –disco insigne del artista con el mismo nombre- que fue ejecutado de principio a fin como concepto central de la gira conmemorativa por la placa. Una hora y media donde además de lo conceptual, temas como “Come To The Sabbath” o “Melissa” del icónico proyecto Mercyful Fate, ex banda del pintado intérprete se manifestaron provocando múltiples emociones representados en vítores al show que pasó muy rápido debido a la teatralidad, perfecta ejecución musical y vocal como elementos distractores en un show de gran aparataje técnico, situación impensada hace algunos años para este extremo género. Con “Black Horsemen” y catorce temas, el show más esperado bailó con la perfección pero un error en el panel de luces provocó una corta pausa en la presentación como el único problema. Sin lugar a dudas tuvimos uno de los exponentes más importantes dentro de la escena mundial, y eso el público lo manifestó con la despedida más larga a un artista con casi cinco minutos de aplausos.
Y para cerrar la jornada, Megadeth terminó de entregar música a eso de las 23:10. Con una hora y treinta minutos de presentación en un show similar pero más acotado al entregado en Teatro Caupolicán en agosto del año pasado, entregó potencia y los grandes éxitos de una agrupación que en diez años ha visitado nueve veces el país demostrando el cariño con el público local. “Mechanix”, “Take No Prisoners” o la infaltable “Symphony of Destruction” con el clásico coro “¡Aguante Megadeth!” fueron algunas de las postales entregadas por una banda que sacando la desgastada voz de Mustaine, se ha transformado en un imperdible para el en vivo. Con la integración de Loureiro en guitarra y Verbeuren en batería, la renovación de la banda ha tomado un peso específico sumado a que el desgaste vocal del polémico vocalista es una disminución a la calidad, ha crecido de forma indirectamente proporcional su calidad de intérprete. Luego de los años el colorado músico junto con la banda se han encargado de la empatía con el público cada vez más, además de encargarse de una buena vez de la emotividad del show con mayor interpretación al cantar y de la banda, al entregar emociones incluso en la ejecución de las notas.
Con “Holy Wars” y el público chileno con gran entrega concluyó de manera exitosa una nueva versión del festival que reúne lo mejor del metal y rock a nivel mundial. Sin lugar a dudas la premisa fuera de los impecables shows, fue el retorno del Rey Diamante en todas sus dimensiones.
Megadeth
King Diamond
Rata Blanca
Vimic
Temple
Tirano
Ego Kill Talent
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