El trío colombiano TIMØ confirmó un nuevo paso por nuestro país para el 7 de noviembre, día en el que se presentarán en el Club Chocolate.
Este espectáculo será parte de su gira «Conquistar el planeta Tour», donde mostrarán algunos de sus nuevos singles en lo que es la previa de las preparaciones de su nuevo trabajo de estudio.
A algunas semanas de aquella visita, AgendaMusical logró conversar con los músicos sobre la última de estas canciones -«Superpoder»- y otros aspectos de una carrera que sigue en ascenso.
AgendaMusical: Sobre «Superpoder», el último single que sacaron, tiene el mensaje de les encantaría «tener el superpoder de poder volver a creer que las personas son buenas», ¿de dónde sale aquel mensaje?
Alejandro Ochoa: Creo que es algo que nunca habíamos hablado entre nosotros, pero somos tres personas muy nostálgicas aquí donde nos ves. Somos viejitos, porque todo el tiempo andamos pensando en nuestra infancia. Fue muy feliz. Es verdad lo que dicen. Hay algo que se pierde cuando uno crece. Y yo no siento que mi vida sea mejor o peor. De hecho, estoy muy feliz con mi vida. Solo extraño la sensación de asombro que tenía de niño. Extraño lo especial y lo nuevo que se sentía todo cuando uno lo experimentaba. Y creo que sale un poquito de ahí. Extraño un poquito a ese niño interior y a veces nos gustaría que volviera.
Felipe Galat: Pues es una gran pregunta. Seguro sí tiene que ver un poco con lo que tú dices. El mundo ha ido cambiando mucho. Uno ve que hoy en día los niños no salen a jugar, sino a lo mejor están pegados al celular. Igual siento que también es algo natural de crecer. Como que uno simplemente va creciendo y van llegando responsabilidades. Y es básicamente eso, ¿no? Tú ya no puedes ir por la vida sin preocuparte por nada, sino de verdad ya eres un adulto responsable con responsabilidades, obviamente. Entonces, creo que eso también te hace cambiar mucho la visión frente al mundo, que es algo natural y está perfectamente bien. Simplemente son otras épocas y otros sentimientos.
AM: Ahí como me contaban recién que estaban en las montañas aprovechando de escribir. Ustedes no solamente escriben todas las canciones, sino que también las producen. ¿Por qué tomaron esta decisión de mantenerlo solamente entre ustedes?
Andrés Vásquez: No es que haya sido una decisión consciente de que solo era nuestro, fue más como que este proyecto empezó entre nosotros, junto con nuestro manager y otro amigo con el que hacíamos música. Y casi que no hubo igual. Inició con esa responsabilidad de «vamos a explorar con otros productores». Éramos nosotros haciendo música y sacábamos lo que hacíamos. Y con el tiempo eso se fue quedando, fue perdurando. Y sí hemos trabajado con otros productores. Pero en fin, sabemos que conectamos entre nosotros. Escribimos todos los meses, la mayoría de semanas. Y sabemos bien lo que nos gusta, lo que no nos gusta.
También nosotros vamos a ser los que vamos a salir al escenario a cantar las canciones. Entonces, podemos desde la composición evaluar si nos sentimos cómodos diciendo esas cosas. Y somos músicos, ¿no? Entonces, lo disfrutamos. No lo sentimos como una tarea, como una responsabilidad. Nos gusta sentirnos bajo esa presión de tener que entregarle a la disquera o a nuestro equipo tantas canciones en tanto tiempo. Y nosotros tomar la responsabilidad de llevar a cabo eso. De hecho, esa es la razón por la cual estamos en la montaña. Nosotros estamos ahorita esforzándonos para entregar en el próximo mes y medio nuestro segundo álbum para que salga el siguiente año. Y esto con ya una inspiración, un trabajo, muchas canciones de por medio. Y nos estamos muy empapados de ese proceso ahorita mismo.
AM: El primer disco lo lanzaron el año pasado y este otro saldrá el próximo año, en dos años pasan muchas cosas. ¿Cómo sienten ustedes que ha evolucionado ese proceso de composición de canciones desde cuando se conocieron hace cuatro años en la universidad con lo que hacen ahora en la montaña?
Alejandro Ochoa: Pues muchísimo, ¿sabes? Por decir, a ver, al principio cuando hacíamos música, me acuerdo que estábamos, pasamos por muchas etapas, ¿sabes? Creo que cualquier proyecto artístico pasa por todos esos cambios. Pero recuerdo que hubo un momento donde quisimos hacer música un poco más urbana. Hubo un momento donde quisimos hacer música más anglo, con raíces anglo. Y el primer álbum fue un poquito una combinación de todas esas intenciones y todas esas influencias.
Y si bien nos gustó mucho y fue un álbum en el que nos sentimos sumamente orgullosos, fue como el punto de partida para el siguiente álbum decir queremos que este álbum sea solo una intención, sea solo una sonoridad y casémonos y vámonos hasta el final con el sonido. Porque queremos que el mundo conozca a TIMØ con este sonido. Y así fue como nació de pronto esta nueva era en la que estamos trabajando donde, por ejemplo, por decir cosas más técnicas o más específicas, todo el álbum tiene baterías. Es la primera vez que grabamos baterías reales en un álbum. Percusiones reales, músicos de sesión, percusionistas de congas, timbal. Estamos grabando también todas las guitarras no tan procesadas, no tan digitalizadas, sino mucho más live. La primera toma que grabamos que quede decente es la que queda. Que la gente tenga una sensación de que está escuchando una banda más allá de un producto. Y eso es lo que queremos que la gente, así sea de pronto, inconscientemente perciba en este nuevo álbum.
AM: Ahí con el lanzamiento del año pasado, durante este año han tenido participación en festivales súper grandes, en especial en México. Considerando que van a sacar un disco nuevo el siguiente año, ¿cuáles son las metas que tienen para el 2025?
Felipe Galat: Uh, pues, qué buena pregunta, qué buena pregunta. Porque, pues, claro que lo que queremos siempre es seguir creciendo, ¿no? Y hay como muchas metas pequeñas que todavía nos falta lograr y que queremos lograr en los próximos años. No podría decirte en el siguiente año porque de pronto es muy pronto, pero sí nos gustaría tocar acá en el Movistar Arena en Bogotá, que es de los venues más importantes de nuestro país. Nos gustaría ir también al Auditorio Nacional en México.
En general hay muchos escenarios en los que nos hace falta tocar que ha sido nuestro sueño desde que empezamos con la música. Entonces, ojalá también ir a países a los que no hemos podido ir. Bolivia no lo hemos visitado nunca. ¿Y por qué no hacer una gira por Europa o por Estados Unidos? Bueno, en general siento que tenemos muchísimas metas para los próximos cuatro o cinco años. Pero, pues, por ahora lo más pronto es que ojalá la gente le guste nuestro nuevo álbum. Ojalá que nos ayude a llegar a más audiencia. Porque sí, es un trabajo que nos enorgullece mucho. De verdad, le hemos metido corazón. Entonces sería muy lindo ver que la gente lo reciba también con cariño.
AM: Escuchando su música, noté que en «Me gustas» hay un pequeño guiño a Chile diciendo que se inspiraban por Neruda. Quería saber, ¿qué más conocen ustedes de Chile?
Alejandro Ochoa: El completo. Muy bueno.
Andrés Vásquez: También están estas bandas históricas. Ayúdame. Los Bunkers, por ejemplo. Hay una canción en este momento que tenemos muy presente. De verdad, hemos escuchado mucho estos últimos días. Sí, la tenemos en bucle. ¿Cómo es que se llama? Huellas. Huellas. Temazo, temazo. Sí, también está Mon Laferte. Si no estoy mal, ¿es chilena o no?
AM: Sí, es chilena.
Andrés Vásquez: Es que Chile también son muy duros. Tienen mucha historia. Sobre todo lo que son las bandas. Como las bandas ochenteras, noventeras. La tienen muy clarita.
AM: Van a venir el 7 de noviembre, con un nuevo show. Quería saber si es que nos podían contar un poco más sobre qué hay detrás de aquel espectáculo.
Andrés Vásquez: Sí, pues en general va a ser muy emocionante el concierto ahorita en Chile el 7 de noviembre, porque va a ser parte de una gira. Entonces, tenemos un show montado completamente distinto al del año pasado. Va a ser mucho más completo. Va a tener mucha más práctica. También el lugar es mucho más grande. Pues el año pasado fue la primera vez que fuimos a Chile. Tuvimos la bendición de que se vendiera todo. Y a raíz de eso es que tomamos como la decisión de ir a un lugar bastante más grande la primera vez.
Sabemos que en Chile la gente es peculiar, es bastante intensa. Y eso pues a nosotros nos encanta. Nos incentiva mucho más a querer ir. Y es intensa. Pues a ver, cuando estamos en el concierto se pusieron a cantarnos entre canciones algo como con «rico» o «riquito».
AM: Ah, el «mijito rico» jajaja.
Andrés Vásquez: Exacto, «mijito rico». Se pusieron a cantarlo. Y después, cuando se acabó el concierto a las 11 de la noche se quedaron afuera del peño hasta que saliéramos como hasta la 1 de la mañana. Se quedaron dos horas esperándonos como 200 personas más. Y es una chimba, ¿no? Como que eso da mucho que decir y hablar de Chile. Entonces, pues nada, va a estar demasiado cool.
AM: Y para cerrar, ¿qué mensaje le enviarían a la gente que todavía no los agrega a ustedes a su playlist de Spotify?
Alejandro Ochoa: Que escuchen. Que escuchen la discografía. Lo bueno de TIMØ, diría yo, es que es un grupo muy versátil, ¿no? Tiene canciones yo creo que para cualquier momento. Y sí me ha pasado que tengo muchos amigos que dicen «oye, yo de verdad no había escuchado bien su música y esta canción la tenía guardada de ustedes sin saberlo». Entonces de pronto una canción va a resonar con ustedes. No es la letra más poética del mundo porque tampoco tratamos de hacerlo pero sí es la más contrarrelacionable con la vida.
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