The Maine
Fecha: 6 de agosto de 2015
Lugar: Teatro Cariola
Productora: Transistor
Periodista: Diego Puebla
Fotos: Eugenia Fuentes
The Maine: Enérgica juventud
Unas trecientas personas aproximadamente, en el cual, niñas adolescentes predominaban en el lugar gritando el nombre de los integrantes de la banda, entregaba un adelanto de muchísimos vítores que serían repetidos durante el concierto en los momentos previos.
Nueva cita a los sonidos con más actitud del mundo. Esta vez otra agrupación estadounidense llegaba al renovado Teatro Cariola, que es el venue con mayor cantidad de shows internacionales en este año. El quinteto de Arizona se presentó ante un marco de público bastante menor comparativamente al promedio de las presentaciones en aquel lugar que es llenado en cada encuentro. Aunque no hay que dejar de considerar que fue un día de lluvia, mucha lluvia.
Nueve de la noche en punto y la luz desaparecía, la entrada de The Maine uno por uno marcaba el inicio de una vuelta que tenía que llegar sí o sí, luego del exitoso evento en el Club Chocolate en aquel diciembre del año 2011.
Rompen el griterío inicial con “Miles Away”, single del álbum “American Candy” lanzado en marzo pasado y que los liderados por John O’Callaghan venían a promocionar a Sudamérica era el comienzo de hora cuarenta de sonidos ligados en gran medida a un rock alternativo.
El conjunto que debe parte de su difusión a la red social My Space – otro ejemplo sería Arctic Monkeys en Inglaterra- que debido a esto tiene una gran convocatoria en las nuevas generaciones, llegaban con cinco discos y mayor experiencia en el ruedo que se notaba de inmediato.
Mayor capacidad vocal, canciones maduras en letras y mayor complejidad instrumental marcaban esta nueva visita. En cuanto al poder escénico era claro, los movimientos de Kirch en una batería que sonaba impecable y la movilidad constante de John mientras cantaba, eran los elementos visuales más atrayentes del conjunto. Un sonido que hubiera estado dentro de la perfección pero la pérdida momentánea de la voz en los dos temas iniciales, y el excesivo volumen de Nickelsen en el bajo restó “puntos” en lo antes dicho.
“Espero que disfruten el concierto, se separen y guarden sus malditos celulares en los bolsillos” decía el encargado de las voces antes de interpretar “My Heroine”. Un público entregado y bastante energético dejaba a los artistas con la boca abierta, apoyando coros en la emocional “Into Your Arms” o subiendo a “Vanessa”, una asistente que pudo cantar un tema sobre el escenario, son algunos tópicos de unos presentes que las hicieron todas.
Sonidos adolescentes con temáticas para ellos, con músicos bastante jóvenes que gozan de un gran repertorio y que usaron el recurso de un cover (Rolling Stones – (I Can’t Get No) Satistaction) de buena manera fueron los puntos altos de un hilarante, óptimo y emotivo concierto.
Las energías de la juventud sirven y a ellos les sienta bien.
0 Comments