Symphony X, una de las bandas más importantes del metal progresivo de las últimas décadas, volverá a nuestro país el próximo 31 de julio para presentarse en el Club Blondie. Las entradas siguen disponibles a través del sistema Tickethoy.
A pocos días de aquella presentación, Michael Romeo -fundador y guitarrista de la banda- conversó con Agenda Musical sobre el break que tuvieron hace algunos años, su forma de componer, el trabajo solista que lanzó el año pasado y lo que será su show en nuestro país.
AgendaMusical: Tu última visita fue hace cerca de tres años, ¿qué ha cambiado dentro de la banda desde aquella oportunidad?
Michael Romeo: Bueno, no ha cambiado nada, realmente. Solo nos tomamos algo de tiempo… también pasaron un par de cosas en los últimos dos años. Quizá lo más importante fue que hicimos Underworld en el 2015, hicimos una gira para promocionarlo. Russ (Allen, vocalista) estaba con su otra banda, tuvieron un accidente, algo muy trágico. Creo que cualquiera en esa situación… te hace reevaluar tu vida un poco. Ahí él pidió algo de tiempo. Creo que necesitaba ese tiempo para pensar sobre la vida, sobre todo ese tipo de cosas y pasar algo de tiempo con su familia. Yo estaba trabajando en mi álbum solista, el resto de los muchachos de la banda estaban cada uno con sus cosas. Entonces, tuvimos que trabajarlo.
Quizá necesitábamos ese poco de tiempo, un momento para descansar. Recién el año pasado hablamos y dijimos “¿sabes qué? Deberíamos ponernos manos a la obra”. Todos tuvimos nuestro espacio, hicimos lo que necesitábamos hacer. Lo primero que decidimos hacer fue salir a tocar de nuevo. Hablamos sobre hacer un disco antes, pero al final dijimos “no, salgamos y seamos una banda nuevamente, estemos en una habitación juntos para volver a ensayar”. Eso fue muy genial, ya que había pasado algo de tiempo. Volvimos a ensayar, nos juntamos y nos vimos, estábamos muy emocionados y tocamos varias cosas. Fue maravilloso, sentimos que no había pasado nada de tiempo, como que pudimos retomar inmediatamente desde donde lo habíamos dejado. Eso es prácticamente un resumen de lo que pasó.
Ahora vamos a ir a Sudamérica, durante julio y agosto. Creemos que es muy bueno, ya que necesitábamos salir de nuevo como banda y tocar en vivo. Además, que los fanáticos por allá abajo son fantásticos. Creo que es genial, veremos un montón de caras felices, volveremos a tocar… todo terminó funcionando muy bien.
AM: La banda ha mantenido la misma alineación desde hace casi 20 años, ¿hay algún secreto para poder mantenerlo de esa forma?
MR: Bueno, sí: tienes que mantenerte tranquilo, no puedes ser un imbécil, jajaja. Es decir, seriamente hablando, nos conocemos hace tanto tiempo… cada banda, cada familia, tiene altos y bajos. Buenos y malos momentos. Para mí, mayormente han sido buenos momentos. Todos nos conocemos muy bien… más allá de la razón, creo que siempre hemos encajado muy bien. De nuevo, con altos y bajos, pero todas las familias… ya sabes. Se vuelve muy jodido en algún punto, jajaja.
Ninguno de nosotros es perfecto, pero mirando hacia atrás, siempre fue muy simple, ha sido un agradable camino para recorrer con ellos. Siempre ha sido… rayos, es difícil poner esto en palabras. No se suele pensar en esto muy seguido, no pensamos en cómo mantenernos todos juntos, las cosas simplemente han funcionado en su propia y extraña forma. Y como te dije, el volver a los ensayos y a hacer giras fue como si no hubiese pasado nada de tiempo, como “aquí estamos, haciendo lo mismo de siempre”.
AM: Uno de tus movimientos más característicos con la guitarra es con la técnica sweep tapping, ¿cómo llegaste a aquel tipo de interpretación?
MR: No lo sé… no lo sé… esta es otra de esas cosas sobre las que nunca me había puesto a pensar… hasta ahora, jajaja. Si miro en retrospectiva, cuando era más joven siempre practiqué mucho, probé muchas cosas nuevas, escuchando a diferentes guitarristas. Pasé mucho tiempo intentando aprender, a tocar más rápido. Gasté mucho tiempo intentando vencerme a mí mismo. Al final, tomé todo lo que aprendí e hice algo propio con ello. Creo que, con el tiempo, como a cualquier guitarrista, baterista o músico en general, empecé a desarrollar mi propio vocabulario y un abanico de cosas que me gustaba hacer al tocar en vivo. Una de esas cosas es el tapping, así como el picking o los riffs. Quise tener toda esa parte, toda la base, cubierta.
En algunas tengo más experiencia que otros, en otras áreas tengo menos, algunas se me hacen más fácil y así. Al final del día, solo quiero hacer música, así que cualquier técnica me sirve. Y a estas alturas, no es algo en lo que piense mucho, jajaja. Pienso más en cosas como “¿qué quiero que diga la canción?” o “¿qué quiero decir yo?”. Lo que decidan hacer mis dedos… que hagan lo que quieran, jajaja.
AM: Te has consolidado como el compositor principal de la banda, ¿cómo es el proceso que llevas para escribir una canción? ¿das espacio para sugerencias del resto de la banda?
MR: Sí, siempre nos juntamos y conversamos sobre lo que vamos a hacer. Usualmente, ellos dejan que me lleve la corriente. Me puedo demorar días o meses trabajando, mejorando los riffs. En todos los discos quiero hacer algo un poco diferente, algo nuevo y fresco, hacer algo diferente para que no todos los discos se escuchen exactamente iguales. Eso toma tiempo. Pero usualmente, cuando armo una canción para un disco, hago un par de demos en el estudio. Luego reúno a algunos de los muchachos, veo qué se puede agregar, quizá una parte de piano. Les digo “bueno chicos, aquí está, por si quieren hacer algo o por si tienen ideas”. Usualmente pasa de esa forma.
El demo es un demo muy rústico, hay una drum machine en la canción, pero después Jason (Rullo, baterista) dice “ah, voy a hacer esto así” y es muy genial. Uso drum machine en el demo por mantenerlo simple. A pesar de que sea algo simple, siempre está muy pulido en términos como qué sonido va a tomar la guitarra o el teclado en una parte determinada del track o lo que sea, como la melodía vocal.
Somos muy cercanos, eso nos ayuda al momento de juntarnos a grabar. Cuando nos reunimos para grabar, ya tenemos un mapa, sabemos de qué forma sonará cada canción, aunque siempre puede llegar alguien y sumar algo nuevo, sumando y sumando. Siempre ha sido de esa forma, así nos ha funcionado.
AM: Underworld, tu último trabajo, tiene muchas influencias en el Infierno de La Divina Comedia, ¿hay algún libro o historia que pueda ser una inspiración para un nuevo disco?
MR: No lo sé, amigo. Y si conoces alguno, por favor, házmelo saber, jajaja. Eso sería otro tema a tratar con los muchachos, para conversarlo, para decir qué vamos a hacer exactamente para un nuevo disco. Es decir, siempre lanzamos algún tipo de temática y a mí me resulta más fácil escribir de esa manera. Así sabes para dónde vas. Con aquel disco dije “oh, esta es una historia oscura, será más pesada”. Esta tiene esa visión del bueno y el malo, de arriba y abajo, aunque en Underworld también hay momentos que no son tan oscuros. Creo que gran parte del tema del disco influenció al tono que tomaron las canciones, la dirección, pero todavía no hablamos sobre eso. Recién estamos volviendo a tocar, un paso a la vez.
De todas formas, el próximo álbum puede que no tenga ningún tema, que quizá solo sean canciones. Es difícil… todavía tenemos que sentarnos a hablar, será difícil, con mucha certeza, pero cuando tenemos esa cosa básica… ahí empiezan a salir ideas, empiezas a mover la cabeza, se termina casi escribiendo sola y dices “oh, para allá es hacia dónde vamos” … pero falta un poco más para eso.
AM: El año pasado lanzaste tu segundo álbum solista, ¿cuál es la mayor diferencia entre escribir canciones para Symphony X y para aquel trabajo?
MR: Con el disco solista… sabía que iba a tener diferentes músicos, así que la composición fue algo diferente. Bueno, con mis muñecas siempre sonará algo similar, son mis muñecas, es diferente sonar a algo diferente de mí mismo, jajaja, pero también sé que tendré otros intérpretes con gustos y fortalezas diferentes. Todo eso hay que tomarlo en consideración. Con este trabajo solista hice cosas que no haría con la banda. Con ellos no tendría algo como metal-dubstep. Con lo solista fui capaz de decir “al diablo todo, haré algunas cosas nuevas”. Si funciona, genial, si no funciona… da lo mismo. Aquí tuve algo más de libertad para probar cosas que la banda no haría. Creo que eso fue exactamente lo que pasó. Es muy cinemático, hay cosas más electrónicas. Creo que esa sería la mayor diferencia: ser capaz de hacer cosas que no haría con Symphony X.
AM: Ese disco salió casi 25 años después del primero, ¿por qué tomó tanto tiempo para ser escrito?
MR: Para mí, este es mi primer álbum solista. El otro… ni siquiera era un disco solista, era más como un demo que grabé antes de la banda. Lo primero que hice fue en el 92 o algo por ahí. Ahí no había Symphony X, sino que una reunión con chicos de otras bandas de la ciudad. Grabé un pequeño demo en una habitación de mi departamento. Ahí comencé una banda, grabé demos en cassettes por esos años, los envié a varias revistas de guitarras y llegó a una publicación japonesa. Lo próximo que sé es que me llama una compañía disquera de Japón y me dicen “oh, tienes una banda, nos gusta esto” y les dije “sí, obvio que sí”, jajaja. Después de eso reuní una banda. Los japoneses me dijeron “¿por qué no lanzamos esto?”. Lo hice en mi habitación, no gasté ni un poco de dinero en ello, pero dije “bueno, qué demonios”. Entonces era solo un demo que saqué en mi pieza… ni recuerdo qué edad tenía en ese entonces.
Este último trabajo fue escrito para ser un disco solista, tengo músicos reales en él, así que para mí es el primer disco y el otro es un demo. No es que me haya tomado 25 años hacerlo, tenía otras cosas que hacer con la banda durante los últimos 20 años, tanto escribir, tocar y hacer otras cosas. No pensé mucho en sacar un disco solista… quizá cada cierto rato decía “ah, voy a hacer un disco”, pero volvía a donde estábamos y teníamos poco tiempo. Después yo tuve algo de tiempo, Russ también se tomó el suyo, tuvimos ese espacio que llegó perfecto para poder decir “puedo hacer algo ahora”. Fue más así, el tener la oportunidad de hacerlo y el tiempo… y mirando hacia atrás, fue divertido el poder hacerlo. Había amigos involucrados y fue genial.
AM: ¿Recuerdas algo de tu última visita a Chile?
MR: Oh, de nuevo volver, jajaja. Lo que siempre recordamos, todos en la banda, son los fanáticos. Los recintos… hemos tocado en tantos lugares que es difícil seguir la pista, pero son los fanáticos de lo que principalmente nos acordamos. Muy emocionados. Nos hacían sentir que estaban muy felices de que estuviéramos ahí. Eso es genial para nosotros, esa energía, solo nos dan ganas de poder devolverla. Siempre, siempre es así. Los fanáticos son geniales.
AM: Esta será tu séptima vez aquí, ¿qué cosas nuevas podremos ver en comparación con las ocasiones anteriores?
MR: Lo más importante será que no iremos como parte del tour de Underworld, entonces el setlist será un poco de cada uno de los discos y un par de cosas que no hemos hecho en mucho tiempo. Cada vez que hacemos una gira, es sobre el último disco, el tour siempre sigue a ese trabajo. Esos shows siempre son todo el disco o un 99%, además de alguna canción que intentamos pasar por ahí. Este no será un show de Underworld, el disco ya tiene algunos años de vida, así que dijimos “bueno, toquemos un poco de cada álbum”, armamos algunos setlist con canciones que son de nuestras favoritas, otras que son favoritas de los fanáticos, así lo armamos. Lo importante será que tendremos material de diferentes épocas, un repaso por todos los años, muchas cosas diferentes.
AM: Finalmente, ¿algo que le quieras decir a tus fanáticos chilenos?
MR: Definitivamente darles las gracias por estar ahí en todas las veces que hemos ido, a lo largo de todos estos años. Los fanáticos siempre son muy geniales por allá. Estamos muy emocionados de poder verlos de nuevo a todos, especialmente ahora, ya que no habíamos tenido un pequeño break como el que tuvimos. Queremos salir, ver la reacción que tendrá la gente con la banda. Todo ha sido muy positivo hasta ahora, la hemos pasado muy bien. Sabemos que tendremos mucha diversión. No podemos esperar para verlos de nuevo. Lo esperamos con muchas ansias.
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