Unknown Mortal Orchestra en Chile: Lo que hacemos en las sombras


Un comienzo minimalista. Eran cerca de las 21:00 horas y el Teatro Coliseo seguía recibiendo gente para el reencuentro con Unknown Mortal Orchestra, neozelandeses que siempre han generado más de un dolor de cabeza al intentar clasificarlos dentro de algún movimiento.

El tecladista Christian Li sería quien recibiría al público en la apertura del show. Sin mucha parafernalia echó a andar sus manos sobre el teclado para que un par de minutos después apareciera Ruban Nielson y compañía. Desde allí serian diferentes atmósferas las que absorverían a las personas que ahí se congregaron.

Lo de U.M.O. tiene un poco de muchas cosas: a ratos es una banda lo-fi, a otros se mueven en un rock alternativo muy influenciado por el movimiento noventero, después dan gala de algunos riffs rockeros y finalmente algunas dosis de improvisación.

El inicio fue un ida y vuelta. Lo primero fue el presente con «The Garden» de su último disco V (2023) para después llevarnos a una década en el pasado con «From the Sun» de II (2013). La evolución entre una canción y otra es notoria, pero se mantiene ese hilo conector que Nielson ha logrado impregnar en cada uno de sus discos. Él es la cabeza del proyecto y se nota, siendo también frontman sobre el escenario.

«Swim and Sleep (Like a Shark)» nos mostró que lo que muestran los oceánicos no es solo frenesí, sino que también mucha técnica en las manos de los músicos de cuerdas. Junto al cabecilla se encontraba Jacob Portrait, bajista que también lo apoya en algunas voces y que se ubica a su costado al tocar, su compañero desde los inicios de esta banda.

Quizá de los momentos más profundos o íntimos fueron los que se alcanzaron cuando ellos dos daban un paso atrás desde la vanguardia y se entregaban al juego de sombras que generaban los focos con la niebla falsa. Allí, con las miradas hacia abajo en la tónica del shoegaze, se dejaban llevar en algunas improvisaciones que luego volvían como si nada a la interpretación más estructurada.

Son esos momentos, donde Nielson se movía por diversas partes del escenario, donde aparece la esencia de U.M.O.. Esa capacidad de hacer de cualquier momento una explosión de creatividad.

Del set elegido no hay mucho que elegir. Claramente su presente no es el de revivir los éxitos, privilegiando las canciones de su disco lanzado este año, aunque tampoco dejaron de lado los preferidos de los fanáticos como «So Good at Being in Trouble» o «Can’t Keep Checking My Phone».

Solo algunos gritos de última hora pidiendo «Ffunny Ffrends» se cruzaban entre los aplausos mientras la banda salía del escenario. Más de 20 canciones en cerca de hora y media hablan de un show sin pausas, pero de alguna forma las tuvo.

Vimos prácticamente todas sus etapas y fortalezas, los elementos que los han mantenido como una de las bandas de rock más importantes de su país por más de una década. Nielson y compañía han madurado musicalmente de una gran forma, pero todavía les queda mucha energía para seguir explorando más. Esperemos ser testigos de aquello en un futuro no muy lejano, que lo de hoy deja ganas de más.


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agendamusical

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