Texto: Diego Puebla
Fotos: Carlos Muller/ para Lotus Producciones
La agrupación más grande de Metal del mundo cerró la primera noche del Lolla 2017.
Sin lugar a dudas era uno de los momentos más esperados del cartel completo del festival. James, Kirk, Robert y Lars volvían a Chile en el marco de su gira promocional de “Hardwired…To Self Destruct” último álbum de estudio lanzado el año pasado y superventas en varios puntos del orbe, convirtiéndose en una vuelta exitosa luego de unos intentos fallidos en sus composiciones anteriores. Este disco de muy buenas críticas cosa que no venía sucediendo hace bastante, fue el puntapié a un nuevo momento de la agrupación formadora de conciencia por la música más pesada.
Nueve y cuarenta de la noche con la característica “The Ectasy of Gold” pieza de Ennio Morricone para el film “El Bueno, el Malo y el feo” entra el cuarteto para demostrar esta etapa donde saben finalmente que es lo que quieren hacer, y la respuesta siempre estuvo en sus raíces.
Un camino que en nuestro país se inició con “Hardwired” y “Atlas,Rise!” parte de las cinco canciones ejecutadas del nuevo material, para más adelante dar una pincelada por diversas partes de una discografía donde los temas escogidos no sorprendieron en gran medida a excepción de “Motorbreath” pieza del primer álbum hace más de treinta años atrás.
La agrupación se nota sólida donde los integrantes ríen y se entretienen volcando este sentimiento original de rabia con distintos aspectos de la vida a ahora ser la pieza ancla para el género a nivel mundial, siendo obligación escuchar aquellos discos de estos señores que ya bordean los cincuenta años pero que atraviesan por un momento buenísimo en composición y show en vivo. James Hetfield fue tema aparte, el vocalista mueve masas a su antojo en su condición de frontman basado en un respeto del fanático más una gran ejecución vocal y en las seis cuerdas robándose la atención de manera reiterada. Algunos problemas en la nivelación de volumen fue el único percance en una presentación nutrida en el catálogo, de gran sonido y con grandes efectos mezclados con los arreglos del en vivo.
Sin lugar a dudas una muestra de cómo pasa el tiempo pero en una gran condición. Metallica es el ejemplo claro de los vaivenes de la vida y de momentos de creatividad, donde el ojo clínico de los organizadores dieron en el clavo al traer a los fundamentales de un género que atraviesan por el mejor momento en muchos años.
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